La Policía Nacional encontró dos kilos de cocaína en un parachoques.

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El Tribunal Supremo ha confirmado condenas que suman 32 años de prisión para una red dedicada al tráfico de drogas que operaba desde una tienda de ropa en la calle Reyes Católicos de Palma. El grupo, compuesto en su mayoría por ciudadanos colombianos movía grandes cantidades de droga hasta que fue desarticulado en el verano de 2012. De hecho, la Policía Nacional lanzó una operación en agosto de ese año después de interceptar un envío de droga en el Puerto de Palma. Los acusados pretendían introducir en Mallorca dos kilogramos de cocaína de gran pureza ocultos en el parachoques de un Ford Focus.

El alto tribunal sólo estima parcialmente uno de los recursos planteados por una de las acusadas -defendida por el letrado Jaime Campaner- y rebaja su participación a cómplice, de manera que su condena queda reducida de tres años y medio a dos de prisión.

El grupo, según declaró probada la Audiencia Provincial, estaba encabezado por dos socios. Ambos compartían una tapadera legal, una tienda de ropa y complementos en Reyes Católicos y otra en General Ricardo Ortega.

Además, poseían un laboratorio para el tratamiento de drogas. De hecho, la sentencia señala que, gracias a esta infraestructura podían hacer que los dos kilogramos de droga que querían introducir se convirtieran en siete kilos de coca en el mercado. A uno de estos acusados la policía le encontró además una pistola en su casa.

Por debajo de estos dos acusados en el organigrama del grupo se situaba otro ciudadano colombiano, ‘El Negro'. Éste ya fue juzgado en el juicio del ‘caso Kabul'. Según la sentencia operaba en paralelo al resto y se dedicaba a vender al por menor y a la vez intentaba introducir por su cuenta partidas de cocaína en la Isla.

El resto de condenados son los que se dedicaban a vender la droga al por menor en pisos de Palma o en la propia tienda de los acusados donde trabajaban como dependientes. La Policía Nacional registró en la operación varios pisos del barrio del Rafal donde residían los acusados. En todos ellos se encontraron distintas cantidades de dinero en efectivo.

Las penas para el grupo van desde los ocho años de cárcel para uno de los dos cabecillas al año y medio para alguno de los subalternos. El Supremo también corrige a la Audiencia las multas impuestas por tráfico de drogas a dos de los acusados a los que no se encontró droga.