Pere Barceló a su llegada a los juzgados de Inca. | Alejandro Sepúlveda

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La mujer presuntamente violada cuando era menor por el expárroco de Can Picafort Pere Barceló, imputado por agresiones y abusos sexuales continuados, le reclama una indemnización de 100.000 euros de la que hace responsable subsidiario al obispado de Mallorca.

El imputado, ya considerado culpable de pederastia en el ámbito eclesial y expulsado del sacerdocio desde hace dos años, se ha personado este miércoles en el juzgado de Inca que ha instruido el caso para que se le comunicaran los cargos que pesan contra él, una comparecencia en la que se ha remitido a las declaraciones exculpatorias que había hecho previamente, según fuentes jurídicas.

Asimismo, se ha informado a la defensa de Barceló de la solicitud de indemnización por responsabilidad civil de 100.000 euros que plantea la representación de la víctima, que solicita que, en caso de que él sea finalmente condenado y no disponga de fondos, se haga cargo de la indemnización el obispado mallorquín.

El letrado de la mujer presuntamente violada cuando era menor, Carlos Nadal, formuló recientemente la solicitud de responsabilidad civil contra el expárroco en nombre de su clienta y está a la espera de que la jueza instructora la incluya en el auto de conclusión del sumario con lo que dará traslado de la causa a la Audiencia de Palma.

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La Audiencia ya consideró que existen indicios suficientes para llevar a juicio a Pere Barceló por los presuntos delitos de agresión sexual con penetración y abuso sexual a la menor al pronunciarse contra el recurso interpuesto por el exsacerdote.

El tribunal provincial confirmó la decisión del Juzgado de Instrucción número 3 de Inca de transformar las diligencias previas de esta causa en un procedimiento ordinario para que se juzgue a Barceló por unos delitos que el Código Penal castiga con penas superiores a 9 años de prisión, aunque no entró a valorar dichos indicios.

La Iglesia de Mallorca decidió en marzo de 2013 expulsar del sacerdocio a que había sido párroco de Can Picafort hasta 2011 por considerarlo culpable de pederastia.

A Barceló se le abrió un procedimiento penal canónico en marzo de 2011 tras haber sido denunciado ante el obispado por una joven que aseguró que a finales de los 90, cuando aún era menor de edad, la había sometido a abusos sexuales.

Cuando el exsacerdote prestó declaración, negó todas las acusaciones. En la misma línea, su abogado, Antonio Beltrán, ha sostenido hoy que probará la inocencia de su cliente, al que considera objeto de una «caza de brujas».