«Estoy horrorizado por el atentado terrorista de hoy en el museo Bardo de Túnez», dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un comunicado, en el que recalcó que la UE y Túnez «no se dejarán intimidar por el terrorismo, en casa o afuera».
«Estamos preparados para apoyar al Gobierno tunecino en sus acciones contra el extremismo violento y alabamos su pronta actuación para liberar a los rehenes», dijo el político polaco.
«La UE está del lado de Túnez en su compromiso con la paz y la democracia. No nos disuadirán a la luz de tanta brutalidad», señaló Tusk, quien transmitió sus pensamientos a las familias de las víctimas, entre ellos varios ciudadanos comunitarios.
Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, aseguró en un comunicado la «determinación a cooperar» para enfrentarse a la «amenaza terrorista».
Este desafío común ha sido ya objeto de conversaciones que mantuvo Mogherini este martes con el ministro tunecino de Exteriores, Taieb Baccouche, en Bruselas.
«La UE está determinada a movilizar todos sus instrumentos para respaldar plenamente a Túnez en su lucha contra el terrorismo y la reforma del sector de la seguridad, y a garantizar que la transición democrática y las reformas económicas beneficien a los tunecinos, comenzando por los jóvenes», recalcó la alta representante.
También Mogherini trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas y recordó la solidaridad de la UE con los tunecinos, algo que también hizo el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, a través de un mensaje de la red social Twitter.
«Horrorizado por la matanza en Túnez. Mis condolencias a las familias y mi apoyo total al Gobierno en este momento difícil. El terrorismo no vencerá jamás», señaló el socialdemócrata alemán.
Diecinueve personas, de ellas 17 turistas extranjeros, de nacionalidad italiana, española, sudafricana, japonesa, alemana y polaca, murieron hoy durante un ataque terrorista en Túnez, que dejó también 24 heridos.
Los otros dos muertos son un policía tunecino y una empleada de la limpieza del Museo del Bardo, donde se refugiaron los atacantes con rehenes, informaron fuentes del Gobierno tunecino.
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