Cuatro de los heridos son bomberos y fueron trasladados a varios hospitales por heridas leves, mientras que otros tres, incluido un trabajador sanitario, dijeron no necesitar atención médica en el lugar del suceso, de acuerdo con la última información proporcionada por el Departamento de Bomberos.
El suceso se registró en el barrio de East Village y fue originado por los trabajos de fontanería que estaban realizando en un edificio y que afectaron a conductos de gas, lo que generó una fuga.
Esa es la conclusión provisional que divulgó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una rueda de prensa que ofreció en el lugar del percance, insistiendo en todo momento que tanto el saldo de víctimas como los datos de las causas de la explosión son preliminares.
Según dijo el alcalde, un equipo de la compañía de gas y electricidad que sirve a Nueva York estuvo en el lugar del suceso una hora antes de la explosión para corregir una serie de trabajos que se hicieron.
La explosión desató un incendio que a su vez derrumbó uno de los edificios y generó severos daños a otro que estaba al costado. Las llamas también se extendieron a otros dos inmuebles contiguos, todos ellos con una altura de cinco pisos.
«Escuché una explosión y sonó como un camión cayendo del cielo», dijo a Efe Michael Cummings, residente de la zona.
«Había mucho humo y una mujer en la escalera de escape que esperaba a que el fuego se apagara para saltar», agregó.
La explosión movilizó a un gran número de curiosos al lugar, que intentaban captar con sus móviles imágenes, aunque fuese a distancia, ya que la Policía impedía el paso mientras más de un centenar de bomberos se desplazaba de un lugar a otro y un humo negro se apoderó del cielo y el aire, obligando a algunos residentes y periodistas a usar mascarillas.
El paso fue impedido incluso a residentes de esta zona, de activa vida nocturna, que por unas horas no pudieron entrar ni salir de sus casas y algunos fueron evacuados y llevados a pernoctar a otro lugar.
El dominicano Carlos Sosa fue testigo de la explosión, que definió como «estruendosa».
«Sonó una explosión, algo grandísimo, nunca había escuchado un sonido así, creí que era una bomba. Comenzó una llama en el edificio del medio, el del restaurante japonés, y de repente todo se incendió bien feo y todo el frente del edificio se cayó», dijo a Efe Sosa.
Recordó, además, que frente al edificio había dos hombres «y la explosión voló a uno por el aire al otro lado de la calle».
«Todo se puso negro y había gente gritando, gente en el suelo, como si el mundo se estuviera acabando. El fuego se extendió a los edificios del lado y como a la media hora se cayó el del medio», agregó.
En sus declaraciones a los periodistas, De Blasio insistió en que la información aún es preliminar y dijo que la situación está evolucionando continuamente.
De Blasio estaba acompañado por el jefe de los bomberos de la ciudad, Daniel Nigro, quien aseguró que el incendio está controlado pero queda «una larga noche» hasta estabilizar la situación y terminar la investigación.
Nigro también especificó que dos de los heridos graves habían registrado quemaduras en las vías respiratorias.
El jefe del servicio de emergencias de Nueva York, Joseph Esposito, informó que se habilitó una escuela adyacente para ofrecer alojamiento a los residentes de las viviendas afectadas.
El percance de hoy se produce varios días después de que siete niños de entre 5 y 15 años, miembros de una familia de judíos ortodoxos, perecieran por un incendio que se declaró en una vivienda del barrio de Brooklyn.
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