«Le recuerdo bien. Cuando volé con él, también abandoné mi lugar durante un breve momento para ir al baño», señala Frank Woiton, de 48 años, quien asegura que no había nada que le llamara especialmente la atención de Lubitz, de 27.
Agrega que cuando compartieron cabina, el copiloto le habló de su formación, «de lo feliz que era» y «dijo que pronto volaría largas distancias y que quería convertirse en comandante».
«Dominaba muy bien el avión, lo tenía todo controlado. Por eso también lo dejé sólo en la cabina para ir al baño», indica Woiton, que ha sido destacado en las redes sociales por dirigir el jueves unas palabras tranquilizadoras a su pasaje, que realizaba la misma ruta del avión estrellado en los Alpes.
En su opinión, «el inconcebible acto de este hombre ha destruido una infinita confianza que ahora debe ser reconstruida paso a paso».
El día después de la tragedia, Woiton, que en realidad libraba, se presentó voluntariamente al trabajo, porque muchos de sus colegas de Germanwings no se veían en condiciones de volar.
El jueves cubrió la ruta Düsseldorf-Barcelona-Düsseldorf, la misma en la que 150 personas murieron al estrellar el copiloto de forma presuntamente deliberada el aparato cuando sobrevolaba los Alpes franceses.
En ese vuelo se repitió lo que Woitan ya había hecho el miércoles, un día después de la tragedia, en la ruta Hamburgo-Colonia.
«Reinaba un ambiente de extrema aflicción entre la tripulación y entre los pasajeros. Se les podía ver en la cara», explica Woiton, padre de dos hijos.
El piloto se ha ganado el respeto en internet y en las redes sociales por haberse presentado en la cabina de pasajeros y haberle estrechado la mano una a una a cada persona en un intento de tranquilizar al pasaje.
«Quería que los pasajeros vieran que delante, en la cabina, también hay una persona», explica.
Entonces se colocó en el pasillo y, micrófono en mano, pronunció un discurso muy personal y emotivo: «Les llevaré sanos y salvos de Düsseldorf a Barcelona. Pueden confiar en ello, porque también yo quiero sentarme esta noche con mi familia a la mesa».
Tras un primer momento de silencio, el pasaje aplaudió al capitán, relataba una pasajera del vuelo Hamburgo-Colonia, Britta Englisch, en su cuenta de Facebook.
«Quiero darle las gracias a este comandante, por entender lo que todos pensaban y por lograr que al menos yo me sintiera bien después durante el vuelo», agrega en un mensaje, que ha sido compartido ya 19.462 veces y al que 325.346 han dado un «Me gusta»
2 comentarios
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En aviación, normalmente se vuela duro, pero -según el trabajo realizado acumulado y las horas de vuelo– siguiendo normas internacionales suele haber dos dias seguidos “libres” Hay dos tipos de dias libres: uno es “libre total” y otro al que llaman “de imaginaria”. En éste segundo día puedes hacer lo que quieras, pero si ocurre algún imprevisto puedes presentarte para el vuelo en substitución de otros que no se hayan presentado por la razón que sea. Por seguridad del pasaje ningún piloto de línea comercial se salta su periodo de descanso obligatorio. Por lo que es probable que el comandante alemán estuviera de imaginaria
Un detalle de humanidad que sin duda a más de uno le transmitió calma. Lo que no acabo de entender de esta Compañía, es que a este señor en su día libre le dejaran pilotar, lo cuál indica que la normativa tan "estricta" se la pasan un poquito por ahí. Aún así un diez para el Sr Woiton.