Uno de los acusados, tras ser detenido por la Guardia Civil. | Alejandro Sepúlveda

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La Fiscalía reclama penas muy elevadas a los acusados de formar parte de un grupo extremadamente peligroso y violento de paramilitares al que se responsabiliza de una decena de asaltos en casas en Mallorca. Sólo al cabecilla, Carlos T. A., un excabo del Ejército, le reclama condenas que suman 200 años y medio de prisión. En total, los seis acusados acumulan una petición de cárcel que se va casi a los seis siglos: 578 años y seis meses.

Varios de los acusados tienen ya condenas por otros robos en Palma como el cometido en un centro comercial en el que entraron en una joyería por el techo. En este caso se enfrentan a los delitos cometidos en la Part Forana que fueron investigados por el Grupo de Patrimonio de la Guardia Civil.

La banda funcionaba como un grupo paramilitar completamente estructurado y con un reparto del botín fijado: la mitad para el cabecilla, el 20 por ciento para sus informadores y lo demás, a repartir. Entre los acusados hay otros dos exmilitares profesionales, ambos sargentos, que siembre estuvieron a las órdenes del cabo. Entre su armamento también había armas del Ejército: un fusil de asalto que nunca se ha llegado a esclarecer de dónde habían sacado, pero que les multiplica la pena ya que está especialmente castigado tener un arma de este tipo.