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La Fiscalía solicita condenas que suman 50 años de cárcel para cinco hombres que serán juzgados a partir de este lunes en la Audiencia de Palma acusados de introducir en Mallorca 13,3 kilos de cocaína procedente de Brasil y de cultivar para la venta en la isla gran cantidad de marihuana.

En el juicio, que se celebrará en la sección primera del tribunal provincial y se prolongará previsiblemente hasta el martes, se sientan en el banquillo dos ciudadanos brasileños, un eslovaco y dos holandeses, uno de los cuales está acusado además de posesión ilícita de armas.

De acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía, a finales de 2008 la Guardia Civil solicitó permiso a un juez de Manacor para intervenir las comunicaciones telefónicas de un grupo de sospechosos de narcotráfico formado por dos holandeses y el ciudadano eslovaco, además de una cuarta persona que en la actualidad se encuentra en paradero desconocido.

Fruto de las escuchas se tuvo conocimiento de que estos residentes en Mallorca, uno de los cuales tenía negocios en Cala d'Or (Santanyí), preparaban durante la primavera y el verano de 2009 una operación para importar a la isla cocaína procedente de Brasil.

Para llevarla a cabo se concertaron, presuntamente, con dos brasileños que debían actuar como correos, mientras que los holandeses y el eslovaco financiaban la compra de la droga

Los investigadores, según el relato del fiscal, comprobaron que los encargados del transporte alquilaron una furgoneta con la que en agosto de 2009 recogieron en la zona de carga del aeropuerto de Palma nueve bidones metálicos que contenían paquetes con objetos de decoración entre los que había 16 con diversas cantidades de cocaína de elevada pureza que sumaban 13,3 kilos valorados en casi 1,5 millones de euros.

La Guardia Civil detuvo de inmediato al destinatario de la mercancía y al otro acusado encargado de recogerla, y seis meses después, como continuación de esta primera intervención, fueron arrestados el ciudadano eslovaco y los dos holandeses.

En varios locales de ocio, oficinas y viviendas de uno de estos últimos fueron encontrados una pistola, chalecos antibalas, una defensa de carga eléctrica y bolsas con casi 2 kilos de marihuana listos para su venta.

Además, en un establecimiento de ocio fueron halladas 1.202 plantas de marihuana distribuidas entre varias estancias con un peso total de 135 kilos y un valor en el mercado ilegal de estupefacientes de casi 500.000 euros.

Por todos estos hechos la Fiscalía reclama condenas por tráfico de drogas y posesión de armas para el holandés propietario de los establecimientos donde se cultivaba la marihuana que suman 14 años de prisión.

Para cada uno de los otros cuatro reclama la pena de 9 años de prisión por delito contra la salud pública. En todos los casos pide además multas de 5,5 millones de euros.