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La Policía Nacional tuvo que hacer una visita a un menor de 16 años que no se le ocurrió otra cosa que lanzar la cena por la ventana de su ático porque, según su propia declaración, «no me salió bien la comida».

El pasado domingo, sobre las 23 horas, un ciudadano caminaba tranquilamente por la calle Josep de Oleza de Palma cuando pudo observar como desde el ático de un edificio alguien lanzaba restos de comida a la vía pública. El requeriente estuvo a punto de ser alcanzado por los desperdicios y decidió dar aviso a la Policía Nacional.

Unos minutos más tarde, una patrulla del CNP se personó en el lugar y subió al ático de la discordia. En su interior, un joven de 16 años reconoció que le había salido mal la cena y que por el enfado que ello le supuso la tiró por la ventana. Al comprobar que no había daños, todo quedó en una reprimenda.