La acusación pública sostiene que el acusado no tiene ningún tipo de trastorno psicológico y que era perfectamente consciente de lo que hacía cuando intentó matar a las dos víctimas con un cóctel de productos de limpieza que desprende un gas tóxico letal.
Los hechos ocurrieron en una vivienda de la calle Dragonera de Palma en febrero de 2014. El acusado y su mujer estaban en proceso de separación. Según el relato de la Fiscalía, David C.C., de 51 años de edad, se aseguró de que su mujer ya se había dormido. Él había acostado a sus dos hijos en su propia cama. El hijo pequeño tenía entonces seis años y la hija mayor 21, pero un trastorno psicológico que le suponía una discapacidad de un 46 por ciento. El acusado llenó un barreño con un litro de lejía y otro de salfumán, lo colocó en el medio de la cama y cerró puertas y ventanas. Se acostó junto a sus hijos.
Los vapores tóxicos hicieron que la joven se despertara porque no podía respirar. Tosía mucho y tenía arcadas. Con todo, reaccionó a tiempo y pudo sacar a su hermano de la habitación. El niño tenía también síntomas de asfixia. Los dos tuvieron que ser atendidos de forma urgente en Son Espases. La madre también sufrió daños menores como consecuencia de la acción del gas. Todos recibieron el alta médica la tarde posterior al intento de asesinato, si bien el niño y la joven tuvieron que seguir un tratamiento unos días.
3 comentarios
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ningún trastorno psicológico...??? este hombre llevaba tiempo sin trabajo...y durante la crisis,,,que aun no termino, lo perdió todo ,incluida su familia,,,si el solo se hubiera suicidado...nadie opinaría nada y seria uno mas de los que se tiran a un barranco, por quien sabe donde...el, ya lleva la pena de lo que hizo ...y lo pagara toda su vida...pero MAL estaba...estoy seguro que en su sano juicio no hubiera echo esto nunca en la vida.
Hay que ser desgraciado
14 años?? Cadena perpetua y la llave tirada al mar