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La Audiencia de Palma retomará este lunes el juicio a cuatro policías locales de Palma, uno de ellos acusado de haber dado patadas a un detenido cuando estaba esposado a una silla y los otros tres de no haberlo impedido, hechos ocurridos en 2011 por los que la Fiscalía pide condenas de cárcel.

El juicio, que comenzó el 19 de mayo, fue suspendido, por segunda vez y sin definición de fecha, diez días después, debido a la imposibilidad de asistir por parte de uno de los abogados, a pesar de que el proceso tenía que haber concluido al cabo de una semana.

El juicio empezó con la visión por parte del tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Palma de la principal prueba contra los acusados, un vídeo grabado por la cámara de seguridad de los calabozos de la comisaría de la avenida San Fernando de Palma, en el que se recogió la agresión.

La última sesión de este proceso comenzará mañana a la 10.00 horas, cuando se prevé que las partes formulen sus conclusiones ante el tribunal, presenten los informes finales y se dé el turno de la última palabra, por lo que se espera que quede visto para sentencia. Los hechos que se juzgarán ocurrieron en la madrugada del 26 de mayo de 2011 en la jefatura de la Policía Local, donde un hombre había sido trasladado como detenido por un delito contra la seguridad vial y atentado a agentes de la autoridad.

El fiscal cree que uno de los policías dio patadas en la cabeza y en una pierna al detenido mientras estaba esposado de ambas manos por debajo de la silla en la que se encontraba sentado y que a su vez estaba fijada al suelo, de manera que no podía defenderse.

En el momento de la agresión, estaban presentes los otros tres policías acusados, que no impidieron las patadas, llegando uno de ellos, que se dio cuenta de que una cámara de vigilancia podía estar grabando los hechos, a girarla enfocándola hacia una ventana para evitar que registrara la agresión, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.

El detenido no pudo repeler las agresiones y sufrió varias heridas como consecuencia de las patadas.

La Fiscalía acusa al policía que cree que dio las patadas al detenido de un delito de atentado menos grave contra la integridad por parte de funcionario público y otro de lesiones, por los que pide que sea condenado a un total de 4 años de prisión, así como inhabilitado durante 5.

También reclama que indemnice con 480 euros a la víctima.

A los otros tres agentes, la Fiscalía les acusa de un delito de atentado del artículo 176 del Código Penal en relación con el 175, (en el que la autoridad o funcionario, faltando a los deberes de su cargo, permite que otras personas ejecuten los hechos previstos en ellos) y pide condenas de 1 año de prisión para cada uno y el mismo tiempo de inhabilitación.