TW
2

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma juzgará este martes, a partir de las 9.30 horas, a dos acusados miembros de una organización criminal que se dedicaba a robar las pertenencias de los turistas de la Playa de Palma, mientras otros nueve integrantes de la banda, también inculpados, no podrán sentarse en el banquillo por hallarse en rebeldía.

La Fiscalía dirige sus acusaciones contra los once procesados: los tres líderes de la red delictiva se enfrentan cada uno a una petición de siete años de cárcel por reclutar al resto de imputados para que se dedicaran, durante junio, julio y agosto de 2013, a sustraer las pertenencias de los visitantes por el procedimiento del descuido, mientras que sobre los otros ocho pesa una solicitud de dos años y medio.

No obstante, sólo dos de ellos podrán ser finalmente juzgados. En concreto, el Ministerio Público les acusa de delitos de pertenencia a organización criminal y amenazas.

En su escrito de calificación, la acusación pública recuerda cómo Nicus D.G., Claudio G. y Giocica G. presuntamente reclutaron a los demás inculpados, todos ellos de nacionalidad rumana, quienes se alojaron en los mismos domicilios para, por orden de aquéllos, robar a los turistas que se encontraban en la playa actuando por grupos.

Mientras tanto, según la Fiscalía, tanto Nicus como Claudio se mantenían en las inmediaciones del Paseo Marítimo para controlar la actuación del resto del grupo, siendo otro de los acusados, AlleF., el encargado de recepcionar los objetos sustraídos para posteriormente proceder a su venta.

Asimismo, los tres principales procesados contactaron con una conocida de Barcelona a la que convencieron para que se trasladara a Mallorca, donde le habían encontrado trabajo en un bar y, una vez en la isla, «le obligaron a participar en las actuaciones que estaban llevando a cabo».

Según la Fiscalía, los acusados le manifestaron en varias ocasiones que si no realizaba lo que ellos le indicaban, «le matarían tanto a ella como a su familia, que conocían dónde residía su familia en Rumanía y violarían y matarían a sus hijos, siendo en todo momento controlada por Giogica C.».

Así, debido al temor que le infundieron accedió a hacerlo, tras lo cual fue detenida por un delito de hurto y otro de robo con violencia sobrevenida. No obstante, posteriormente se dictó orden de alejamiento por la que se prohibía a los tres principales acusados acercarse y comunicarse con ella.

Tal y como señala el Ministerio Público en su escrito, todos los procesados, a lo largo de los meses de junio a agosto, fueron en diversas ocasiones identificados por funcionarios de la Policía Nacional en funciones de prevención en la Playa de Palma y detenidos por hurto.