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Nuevas explosiones han sacudido este sábado el almacén de productos químicos ubicado en el puerto industrial de Tianjin que el miércoles estalló por los aires dejando un saldo de 85 muertos y cientos de heridos, según ha informado la prensa china.

En las últimas horas se han producido entre siete y ocho explosiones en el esqueleto en el que se ha convertido el almacén químico debido a la persistencia de algunos «productos peligrosos», de acuerdo con la agencia de noticias oficial Xinhua.

Se trata de las primeras explosiones que se producen después de los dos estallidos iniciales del miércoles, equivalentes a 24 toneladas de TNT, que provocaron una enorme bola de fuego que pudo verse a varios kilómetros de distancia.

El jefe del Departamento de Bomberos de Tinajin, Lei Jinde, ha dicho en una entrevista que la continuidad de las explosiones podría deberse a la primera respuesta de los bomberos al incendio desatado en el puerto industrial.

Jinde ha explicado que los agentes atendieron la emergencia en Tianjin como un incendio normal porque nadie les avisó de que había productos químicos que podrían reaccionar al agua. «No es que los bomberos sean tontos», ha subrayado.

De hecho, la preocupación por los agentes químicos persiste. Aún se desconoce exactamente qué productos había almacenados, por lo que no pueden estar seguros de las consecuencias que la acción de las equipos de emergencia podrían tener sobre la seguridad y salubridad de la zona.

Un portavoz local, Gao Huaiyou, ha explicado en una rueda de prensa que se cree que el almacén contenía bisulfuro de sodio, cianuro de sodio, potasio de nitrato y nitrato de amonio, entre otros. «Creemos que aún hay bastante», ha confesado.

Por ello, el Gobierno chino ha ordenado el despliegue en Tianjin de más de 200 militares expertos en armas químicas y nucleares y ha reunido a varios fabricantes de compuesto químicos «para que aporten sus conocimientos».

CIENTOS DE VICTIMAS

El incendio en Tianjin ha dejado al menos 85 muertos, entre ellos 21 bomberos, y 721 heridos, de los cuales 25 permanecen ingresados en estado grave en varios hospitales cercanos, tal y como ha detallado la cadena china CCTV.

Además, hay 30 personas desaparecidas, entre bomberos y trabajadores portuarios. Si bien las posibilidades de hallarlos con vida son escasas, la esperanza no se ha perdido porque esta misma mañana los equipos de emergencia han rescatado a un hombre de 40 años al que las explosiones del miércoles lanzaron al interior de un contenedor a 50 metros.

Mientras la búsqueda continúa y las investigaciones avanzan, las familias de las víctimas se agolpan en las oficinas gubernamentales de Tianjin para exigir unas explicaciones que no llegan. Incluso a algunos se les ha impedido acceder a las ruedas de prensa.

«Nadie nos ha dicho nada. Estamos completamente en las sombras porque no tenemos noticias de ningún tipo», ha criticado una mujer a la que las fuerzas de seguridad impidieron acceder a la última comparecencia pública de las autoridades locales.

IRREGULARIDADES

Lo que sí se sabe ya con certeza es que el almacén químico de Ruihai Logistics incumplió en 2013 las normas de seguridad para el tratamiento de «productos peligrosos» porque sus contenedores no llegaban a los estándares mínimos.

El 'China Daily' ha revelado estos días que, en una inspección rutinaria realizada hace dos años sobre más de 4.000 contenedores para el transporte marítimo en el puerto industrial de Tianjin, cinco no pasaron el examen.

Además, el almacén químico incumplía por sí mismo la legislación china, que establece que las «instalaciones peligrosas» deben estar a al menos un kilómetro de distancia de los núcleos urbanos, y en este caso hay dos complejos residenciales cerca.

El gestor de Ruihai Logistics ya ha sido detenido, pero la Policía no ha revelado si se ha presentado alguna acusación en su contra o se trata de una medida preventiva para tener localizados a los directivos de la empresa china.

MENSAJE DEL GOBIERNO

Este suceso, que ha dado la vuelta al mundo, ha sacudido por completo la ciudad de Tianjin, ubicada en el norte de China y conocida por ser un importante punto de salida y entrada de mercancías industriales, principal modo de vida de sus 15 millones de habitantes.

El presidente de China, Xi Jinping, que ha visitado la zona en los últimos días, ha instado a hacer una «reflexión nacional» sobre lo ocurrido y a aprender «las dolorosas lecciones» del incendio en Tianjin para evitar que vuelva a repetirse.

Xi también ha prometido que las autoridades chinas harán «sus mayores esfuerzos» para «rescatar y atender a los heridos, así como para garantizar la seguridad de todas las personas en la zona». Además, ha advertido de que «se castigará severamente a los responsables».