Los dos profesores muertos son Marie Janvier, de 21 años de edad, y Adam Wood, de 35 años. Además, otras siete personas resultaron heridas cuando el adolescente acudió armado a la Escuela Comunitaria de La Loche, una comunidad de unos 2.700 habitantes situada a unos 3.500 kilómetros al noroeste de Toronto.
El joven fue detenido por la Policía en el interior de la escuela. Tras su arresto, la Policía descubrió los cuerpos sin vida de los hermanos Fontaine en una vivienda de La Loche.
Inicialmente el supuesto autor de los disparos fue identificado como un hermano de Dayne y Drayden Fontaine. La Policía se ha negado a identificar al detenido por ser menor de edad.
El periódico «Star Phoenix» indicó que poco antes de dirigirse armado a la Escuela Comunitaria, el adolescente detenido envió mensajes a través de su móvil a un amigo en el que advertía que había matado a dos personas y se dirigía a la escuela.
La comunidad de La Loche está situada en la provincia de Saskatchewan y está poblada en su mayoría por indígenas de la etnia dene. Un estudio realizado el año pasado por el periódico «Star Phoenix» reveló que el área donde se encuentra La Loche tiene unas de las mayores tasas de suicidio del país.
El estudio indicó que en la región, el índice de suicido es tres veces superior al de la media de Saskatchewan.
El abuelo de los dos hermanos muertos declaró a los medios locales que los fallecidos «eran mis mejores amigos».
De los muertos ayer, sólo Adam Wood no era de origen indígena. El profesor era originario de la provincia de Ontario.
La familia de Wood dijo hoy en un comunicado que «nuestra familia, la compañera de Adam, sus amigos y la comunidad están devastados por las noticias que Adam Wood fue una víctima del tiroteo de La Loche».
«Adam acababa de empezar su carrera de profesor en La Loche el pasado septiembre y estaba disfrutándolo», añadió el comunicado.
El alcalde en funciones de La Loche, Kevin Janvier, tío de Marie Janvier, dijo hoy que «todas las personas de La Loche han sido heridas por este suceso».
«Estas heridas emocionales y mentales tardarán años en sanar. Mi corazón está roto, la comunidad está rota», declaró.
Uno de los alumnos de la escuela, Noel Desjarlais, declaró a la televisión pública canadiense CBC que se encontraba en el interior de la institución cuando oyó seis o siete disparos.
«Hubo muchos gritos. Seis o siete disparos antes de que salí. Creo que hubo más disparos cuando estaba saliendo», dijo Desjarlais. «Terminé corriendo y diciendo a la gente que saliera», añadió.
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