El acusado, español de 46 años, sentado en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. | Guillermo Esteban

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Estaba de fiesta con su pareja en el domicilio de unos amigos en Porto Cristo. Recuerda que aquella noche, la del 18 de mayo de 2011, consumió cocaína y bebió cerveza, pero no es capaz de precisar la cantidad. «No sé si bebí tres, 23 o 46 botellas», dijo el acusado este miércoles durante el juicio en la Audiencia de Palma.

De repente discutió con su amigo. «Me hizo salir a la calle y me preguntó si tenía dinero para pillar más cocaína», explicó el hombre, pensionista de 46 años de edad y nacionalidad española. «Me sacó unas tijeras y le agredí forcejeando en el suelo», prosiguió el imputado, que se enfrenta a una condena de cinco años de prisión por atacar a su amigo con unas tijeras en el abdomen y en la cabeza. Él insiste en que no tuvo intención de acabar con la vida de su oponente y que el perro de este le mordió.

La hija de la pareja del herido declaró en el juicio que vio cómo el agresor lo apuñalaba. Le arrebató las tijeras y las lanzó en el interior de la vivienda. La policía nunca encontró el arma que utilizó el procesado, cuya defensa reclama su absolución.