Exterior del restaurante chino de la localidad madrileña de Alcobendas donde un inspector de Policía se atrincheró el agente. | J. J. Guill

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Una infidelidad de su esposa puede estar detrás del suceso protagonizado este martes por un inspector de policía quien, tras atrincherarse por la tarde en un restaurante chino de Alcobendas (Madrid) se disparó con su arma reglamentaria tras cerca de diez horas de encierro.

Los hechos ocurrieron en el restaurante Yin He, situado en el número 123 de la calle Marques de Valdavia, donde se encerró sin rehenes y amenazó con quitarse la vida. En el suceso no se han registrado otros heridos. Los dueños del local procedieron a llamar a la Policía y tanto los comensales como los trabajadores del restaurante salieron a la calle.

Hasta ese lugar se desplazaron dos negociadores y dos psicólogos de la Policía Nacional y miembros de los GEO. También una ambulancia del Summa en modo preventivo. Tras dispararse, los sanitarios accedieron al local para tratar de reanimar al agente, sin éxito.

Durante todo el encierro el inspector se mostró poco receptivo con los negociadores y en un primer momento accedió tan sólo a comunicarse vía WhatsApp con el exterior. En el intento de que depusiera su actitud, hasta el lugar se desplazó también un subinspector de Policía amigo suyo con quien estuvo conversando desde el interior del restaurante, según las fuentes consultadas.

Estas fuentes precisan que el motivo que le llevó a esta situación extrema fue el conocimiento de una infidelidad de su mujer con la que tenía dos hijos. El inspector había dejado una nota de despedida en Facebook que despertó la alerta de sus compañeros, quienes trataron de localizarle, sin éxito.

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Al no encontrarle, la Policía procedió por seguridad a localizar a su mujer y sus hijos, quienes han permanecido en todo momento bajo la protección de los agentes.

«UN BUEN POLICÍA»

El fallecido es un inspector de Policía de entre 45 y 46 años de edad, que se encontraba destinado en la división de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional y no consta que tuviese problemas mentales ni adicciones de ningún tipo.

El edil de Seguridad de Alcobendas, Luis Miguel Torres, confirmó una vez conocerse el encierro que se habían producido tres disparos en el interior del establecimiento pero que no había ni heridos ni rehenes por parte del agente.

Las autoridades procedieron a acordonar la zona. El edil señaló que al principio hubo una «situación con rehenes», en referencia a los trabajadores, pero que luego el inspector se quedó solo en el interior del local. Este hecho ha generado una gran sorpresa entre sus compañeros, quienes le definen como «un buen policía».