Fotografía facilitada por la Brigada de Bomberos italiana que muestra una vista desde el aire del lugar del accidente de dos trenes en una línea de vía única entre Ruvo di Puglia y Corato, al sur de Italia.

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El choque entre dos trenes en la región italiana de Apulia (sur) se saldó este martes con la muerte de al menos 23 personas y con alrededor de 50 heridos, un balance aún provisional debido a que la búsqueda continuará durante las próximas horas.

Los heridos, muchos de ellos en condiciones graves, han sido trasladados a los hospitales de los municipios de Andria y Barletta, próximos al lugar de los hechos, y las autoridades han pedido a la ciudadanía que se movilice y done sangre del grupo cero.

Las imágenes del desastre, difundidas por los medios locales, dan muestra de la magnitud del desastre, con los dos convoyes devastados y con las inmediaciones cubiertas por pedazos de la carrocería y cristales.

La tragedia se produjo en torno a las 11.30 locales (9.30 GMT) del martes en medio de un paraje árido y deshabitado, cuando ambos trenes viajaban por la misma vía única entre las localidades de Andria y Corato.

El alcalde de este último municipio, Massimo Mazzilli, explicó a través de las redes sociales que el accidente «fue un desastre, como si hubiese caído un avión».

Al lugar de los hechos se desplazaron rápidamente los bomberos, ambulancias, agentes de policía y de la Cruz Roja para proceder al rescate de los supervivientes.

Entre ellos estaba un niño de seis años que había quedado atrapado entre las láminas de metal de los trenes y que, tras ser tranquilizado, fue trasladado en helicóptero al hospital para ser atendido de sus heridas, informaron los medios.

La línea era usada especialmente por familias, estudiantes y trabajadores, cuyos familiares también acudieron al lugar de los hechos para comprobar el estado de sus familiares y amigos.

Las autoridades optaron desde el primer momento por la cautela, rehusando dar informaciones sobre el número de víctimas mortales, sin embargo el presidente de la provincia de Barletta-Andria-Trani, Giuseppe Corrado, aseguró a los medios que «lamentablemente se habían alcanzado los veinte muertos».

El balance provisional de fallecidos a última hora de la tarde de este martes se situaba en las 23 personas según los medios locales, si bien no se difundió ningún dato oficial al respecto.

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Las labores de búsqueda se prolongarán durante toda la noche y en el lugar del desastre se implantó una grúa de grandes dimensiones para poder mover los trenes, incrustados entre sí.

Posteriormente se pasará a esclarecer la causa del desastre, que continúa siendo un misterio.

La Fiscalía de Bari ya ha abierto una investigación por presunto homicidio culposo múltiple y desastre ferroviario a cargo de desconocidos y con la que trataran de discernir si la tragedia se produjo a causa de un error humano o por un fallo técnico.

El reconocimiento de las víctimas comenzará durante la mañana del miércoles, según señaló el director del hospital policlínico de Bari, Vitangelo Dottoli.

Al lugar del suceso se desplazó en un primer momento el ministro de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, quien afirmó que la colisión había sido «gravísima».

Anunció la llegada de dos inspectores para comenzar la investigación de los acontecimientos, así como la creación de una comisión para esclarecer los hechos y depurar responsabilidades.

El primer ministro, Matteo Renzi, pidió aclarar las circunstancias del accidente y expresó su pesar en su perfil de Facebook: «Lágrimas y dolor por estas vidas destrozadas y por sus familias, pero también mucha, mucha rabia», escribió en la red social.

Renzi acortó una visita oficial a Milán (norte) y a última hora de la tarde llegó al lugar de los hechos para supervisar las labores de búsqueda, animar a los efectivos que se afanan en ellos y participar en una reunión técnica en la cercana Bari.

La tragedia suscitó la conmoción de numerosos representantes públicos y otros líderes, como el propio papa Francisco que, mediante un telegrama firmado por su secretario de Estado, dijo que rezará por las víctimas y sus familiares y por la rápida recuperación de los heridos.

También el presidente de la República, Sergio Mattarella, expresó su pesar ante esta «tragedia inadmisible» ante la que pidió «hacer plena luz» en los hechos de manera «inmediata y precisa».