En el juicio que se ha celebrado este lunes ante la sección primera de la Audiencia de Palma, el hombre ha negado las acusaciones y las ha atribuido a la animadversión hacia él por parte del marido de su hijastra.
«Me están tachando de algo que no he hecho. Llevo cuatro meses y medio en la cárcel y todavía no sé por qué», ha dicho el acusado que está en prisión preventiva por esta denuncia.
La denunciante ha relatado llorando ante el tribunal que el episodio ocurrió una noche del verano de 2003, cuando llegó a casa y solo estaba su padrastro. Éste le preguntó si quería 20 euros por rascarle la barriga y cuando ella accedió, él le cogió la mano y se la puso en los genitales.
Ha contado que huyó a su habitación, él la siguió, volvió a ofrecerle más dinero y después de que ella se negara se subió sobre ella en la cama, la agarró fuerte, le tapó la boca y la violó. Sobre por qué no dijo nada entonces, la joven ha asegurado que «no podía hacer nada» y que no se lo contó a nadie en mucho tiempo.
Dos o tres años después, la joven se fue a vivir a Alemania con su padre, porque su madre consideró que era muy rebelde, ha relatado ante el tribunal.
Cuando todavía residía en ese país, un ginecólogo detectó en una revisión que no era virgen. Su madre le pidió explicaciones por teléfono y ella le dijo que se debía a que «pasó algo» con su padrastro.
La madre, que ha declarado como testigo, ha explicado que se asustó cuando supo que su hija no era virgen y la niña le dijo que había sido con su padrastro «pero lloraba y no explicaba nada», ha detallado.
La joven contó por primera vez la supuesta violación a su pareja porque tenía problemas para mantener relaciones sexuales.
El año pasado se lo contó también a su madre quien le recomendó que lo denunciara para encontrar «paz consigo misma». La madre ha admitido que le costaba creer la violación que contaba su hija.
La hermana mayor de la víctima ha contado otro «incidente» que ha calificado como «un indicio» de que la denuncia de su hermana puede ser verdad, aunque ha recalcado ante el tribunal que a ella su padrastro no la tocó.
Ocurrió un día que ella tenía 11 o 12 años y su padrastro le propuso jugar a reconocer objetos tapándole los ojos y le hizo tocarle el pene, que ella pensó que era una vela. Luego le propuso ir al baño y cuando ella rompió a llorar la dejó.
En su declaración como testigo ha dicho que no contó lo ocurrido porque «no pasó nada» y porque lo quería olvidar. «Tampoco quería hacer daño a nadie», ha dicho llorando.
El fiscal ha pedido 14 años de prisión para el acusado por agresión sexual con violencia y superioridad por parentesco por una violación que considera probada a partir del testimonio de la víctima, que ha persistido en su incriminación hacia el padrastro.
Sobre el acusado, el fiscal ha dicho que ya «habría demostrado un comportamiento sexual desviado hacia menores» en el episodio respecto a otra hermana. Ha destacado que si la denuncia se presentó tantos años después fue porque era un «tema tabú» en la familia.
El fiscal ha presentado además una conclusión alternativa si el tribunal no considera probado que hubo violencia o intimidación, en cuyo caso sería un delito de abuso sexual por el que pide 7 años de cárcel.
La acusación particular, en nombre de la víctima, ha pedido lo mismo que el fiscal y ha solicitado al tribunal que tenga en cuenta que la denunciante siempre ha sostenido el mismo relato de los hechos «en el contexto de un núcleo familiar un poco conflictivo».
La defensa, ejercida por el abogado Carlos Barceló, ha pedido la absolución por considerar que no hay ninguna prueba objetiva que corrobore una acusación que se basa en «una mentira prefabricada y sostenida» que la propia víctima se ha creído y que se debe a su animadversión hacia el padrastro.
El abogado ha señalado que hay contradicciones en el relato de aquellos años que han ofrecido los distintos miembros de la familia que han declarado como testigos.
Si el tribunal cree a la víctima, el letrado ha pedido que aplique una atenuante de «cuasi prescripción» por los 13 años transcurridos desde el presunto hecho y la denuncia, que rebajaría la pena de agresión a 6 años y la de abusos a 1, si bien ha añadido que éste último delito estaría prescrito.
Además ha pedido al tribunal que decrete la libertad del acusado, por considerar que con el juicio ha desaparecido el motivo por el que fue encarcelado provisionalmente (para no influir en los testigos). Fiscalía y acusación particular se han opuesto.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Vengo de leer otra noticia de este mismo diario, decía así "Acepta 2 años de cárcel por violar y maltratar a su pareja en Lloseta". Bien, esta persona NO pisará prisión al carecer de antecedentes penales. Ruego a la fiscalía del caso que sea coherente, era una menor, no debe quedar impune. Una decisión de un juez claramente negativa es posible, dos también, pero tantos fallos tan endebles con los abusadores... No conviertan este tema en uno más en el cual delinquir sale barato. Por favor, no dejen que no pise la prisión.