Fotografía de la silla de las torturas de ‘Los Benabad’. | G.-E.

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Un agente de la Guardia Civil vinculado con el clan de ‘Los Benabad' buscaba una finca aislada. Allí, supuestamente, construiría un búnker para torturas y almacenaría la droga procedente de Melilla.

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Según información del sumario judicial, el guardia llamó el 19 de noviembre de 2015 a su madre para hablar de sus fincas. «Fernando le dice que si puede construir en su terreno, algo como un búnker», revela el documento.
El agente, Fernando G., preguntó a su madre sobre la posibilidad de construir en uno de sus terrenos. Ella se extrañó. No sabía qué quería meter ahí dentro. También se interesó por la ubicación de otra de las fincas, si estaba cercada y por su extensión. «Haces unas cosas muy raras. Ya verás, te van a pillar un día y... y tendremos que ir a la carretera de Sóller [la cárcel]», le respondió ella. No le preocupaba el agujero, sino lo que podía meter dentro.

En la conversación interceptada por los investigadores se aprecian las intenciones del guardia civil. «No quiero meter nada. A alguien puede ser que meta, pero no quiero meter nada. A alguien a lo mejor meto», añade. «¿Hay que ganar dinero?», pregunta la mujer. El agente dice que es para torturas y la mujer se asombra. A él le preocupa la visibilidad. Quiere pasar desapercibido en la finca, de 10.000 metros cuadrados, situada en una zona protegida de Mallorca. Al final de la llamada, la madre le pregunta por qué se mete en tantos líos y él se muestra esquivo.