David Arnau ha publicado en su muro de Facebook una nota para recordar al matrimonio, fallecido en una riada, que hace 30 años le salvó la vida. | Redacción Digital

TW
5

El matrimonio que falleció este pasado fin de semana arrastrado por la riera de Masarac (Girona) salvó a cinco jóvenes que tuvieron un grave accidente de tráfico hace 30 años.

Así lo ha explicado en su perfil de Facebook David Arnau, uno de aquellos jóvenes que sobrevivió al accidente auxiliado por la pareja y que ha querido rendir un homenaje al matrimonio fallecido.

«Este mes de agosto hará 30 años que un accidente de coche en la carretera comarcal que va de Peralada a Garriguella estuvo a punto de costarle la vida a cinco jóvenes garriguellencs, uno de los cuales era yo», ha escrito Arnau.

Tras el «choque brutal con un bloque de cemento, vuelta de campana y sensación de caer por un abismo negro», Arnau recuerda que cuando recuperó la conciencia y salió arrastrándose por el vidrio trasero, «el coche perdía gasolina».

«Sin saber nada de los otros ocupantes, avanzamos penosamente en medio de una noche sin luces hasta una casa cercana, donde llamamos a la puerta sin ningún resultado. Al cabo de un rato, como de milagro, apareció un matrimonio con su coche y nos encontró tumbados en el suelo, sucios y ensangrentados», relata Arnau.

El accidentado rememora que aquel matrimonio «esperó con nosotros que llegara ayuda para nuestros amigos, y una vez ellos fueron atendidos nos llevaron volando hacia el hospital de Figueres».

«Para mí, ese matrimonio ha sido siempre como una pareja de ángeles de la guarda que aparecieron de la nada para rescatarnos del pánico y la desesperación. Cada vez que nos hemos encontrado -poquísimas veces en estos 30 años- les he transmitido mi afecto y mi gratitud eterna».

«Casualmente, coincidí con ella hace apenas quince días en la Cooperativa de Garriguella, y me obsequió, como siempre, con su amplia sonrisa y su amabilidad. Se acordaba mucho de mí, me dijo. Se llamaba Rosa», revela.

El cadáver de la esposa fue hallado este pasado domingo, mientras que el del «Tete» ha sido encontrado este lunes por los equipos de rescate que los buscaban desde el viernes, cuando desaparecieron cuando regresaba a bordo de su todoterreno de una cena en Vilabertrán (Girona).

«Desgraciadamente, yo no he podido coger el coche e ir a rescatarlos, como hicieron ellos conmigo pronto hará 30 años. Por eso no he podido evitar escribir estas líneas para dedicarles mi recuerdo y mis lágrimas. Hasta siempre, ángeles», concluye su escrito de homenaje el superviviente de aquel accidente de hace 30 años.