En la sentencia, la Sección 27 de la Audiencia de Madrid condena a Jesús J.S. como autor de un delito de homicidio, otro de violencia física o psíquica habitual y un delito de amenazas tras ser declarado culpable de todos ellos por el jurado popular.
La Sala le impone además el pago de una indemnización de 250.000 euros al hijo de la fallecida y 70.000 a cada uno de los padres.
Con todo, la resolución no es firme y contra ella cabe interponer un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
La sentencia considera probado que Jesús sometió a su pareja Tamara S.B., de 23 años, durante todo el transcurso de la relación, más de dos años, a constantes actos de hostigamiento, controlando aspectos personales de vida, como las personas con las que iba y las comunicaciones que mantenía.
También la humillaba, menospreciaba y agredía, golpeándola por todo el cuerpo, lo que causó en ella un permanente estado de angustia, ansiedad, desasosiego y temor, provocando en el núcleo familiar una situación de temor y depresión.
La víctima no denunció estos comportamientos ni acudió a centro sanitario alguno por miedo a las represalias de Jesús contra su persona y contra su familia, añade la resolución. Tampoco lo hizo cuando se quedó embarazada y el acusado llegó a golpearla.
A finales de 2014 la víctima tomó la decisión de irse a vivir a casa de sus padres, pero el hombre logró que volviera al domicilio familiar, donde el ambiente de violencia volvió a reproducirse.
Poco después, el 11 de marzo de 2015, cuando el acusado circulaba en coche junto a su mujer hacia Sevilla, a la altura de Cáceres, comenzaron a discutir, y él recibió un golpe en la nariz.
En ese momento paró en seco y comenzó a agredir violentamente a la mujer, quien logró a duras penas descender del coche, estacionado en el arcén de la A-66, y corrió en sentido contrario al de la marcha hasta que se torció el tobillo izquierdo.
Tras darla alcance, el condenado la golpeó violentamente, arrojándola hacia atrás, y la víctima dio con la cabeza en el asfalto. La mujer falleció horas después en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres y el agresor ingresó en prisión provisional.
En el juicio, el procesado defendió su inocencia y aseguró que fue la víctima quien se arrojó del vehículo en marcha y que ello provocó su muerte al impactar su cabeza contra el asfalto.
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