La Guardia Civil de Calvià detuvo al ladrón que fue condenado este martes a dos años de prisión. | Alejandro Sepúlveda

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La banda del taladro empieza a pagar por sus delitos. Una jueza de Palma ha condenado al cabecilla de la organización a dos años de cárcel por robar en una vivienda de Santa Ponça, en 2015. El grupo asaltó más de 300 casas de la Isla en los últimos seis años. El acusado es albanés, con documentación italiana, y lleva en prisión desde el 5 de octubre de 2016. El hombre, de 42 años, se declaró culpable en el juicio celebrado ayer. El fiscal y el abogado defensor, Gaspar Oliver, acordaron la suspensión de la pena porque no tenía antecedentes penales hasta ahora. Pero aún le quedan muchos más juicios pendientes.

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Los hechos juzgados este lunes se remontan a la madrugada del 14 de abril de 2015. El ladrón hizo un agujero en la verja metálica que rodea el lujoso domicilio de la víctima, en Santa Ponça. Una vez en el interior del recinto realizó un boquete cerca de la manilla de una puerta. Introdujo una varilla y entró en el chalet. El acusado se apoderó de 900 euros y 400 libras en efectivo. El delincuente se apoderó de una chaqueta de cuero de la marca Dunhill y otra de Dolce & Gabbana. Además, sustrajo un bolígrafo y un portafolios Montblanc y dos pañuelos Burberry. La Guardia Civil de Calvià, tras una larga investigación, detuvo al sospechoso.

La ‘operación Boqueta’ de la Guardia Civil desarticuló la banda del taladro el año pasado. Los investigadores calculan que han robado objetos, dinero y joyas por valor de 15 millones de euros en todos estos años.