El responsable de la piscina y una de las monitoras están acusados de homicidio imprudente grave con resultado de muerte. | Pixabay

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Los padres de la niña de cuatro años que el pasado día 19 se ahogó en la piscina de Ripoll (Girona) mientras realizaba una clase de natación buscan en el proceso judicial abierto «saber qué pasó y no venganza», según han informado sus abogados, Carles Monguilod y José María Fuster-Fabra.

Ambos letrados se han personado este martes en el Juzgado de esta localidad gerundense para asistir a las declaraciones ante el juez de las personas citadas por su relación con el caso, cinco de ellas en calidad de investigadas.

El responsable de la instalación en la que murió la niña, así como los cuatro monitores que vigilaban a la treintena de alumnos de la Escuela Pirineus de Campdevànol que realizaban la clase de natación, son esos cinco investigados, después de que los Mossos d'Esquadra únicamente acusaran al primero y a uno de los segundos.

Carles Monguilod y José María Fuster-Fabra han explicado que defienden respectivamente al padre y a la madre de la víctima, que están separados legalmente, aunque «absolutamente unidos» en la causa.

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«No habrá dos líneas de actuación en el juzgado», ha explicado Monguilod, para quien esta doble presencia de letrados responde a que son dos los perjudicados, «pero el interés es el mismo, que es saber qué ha pasado y por qué murió una niña que no tuvo que morir nunca».

«Alguna cosa falló», ha indicado el abogado del padre, quien ha reiterado que el interés de éste y de su expareja es de averiguar si alguna cosa se hizo mal y «quién puede ser responsable de esta conducta que, en principio, parece claramente negligente».

José María Fuster-Fabra también ha insistido en esa voluntad de conocer qué sucedió el día de los hechos, porque «parece incomprensible» que la menor «se quedase descolgada del grupo y nadie se diese cuenta».

«Lo primero que quieren los padres no es una venganza, sino saber qué pasó y por qué pasó», ha concluido Fuster-Fabra antes de entrar en los juzgados.

El responsable de la piscina y una de las monitoras están acusados de homicidio imprudente grave con resultado de muerte. La autopsia confirmó que la menor murió ahogada, con lo que se descarta que hubiese sufrido algún otro tipo de afectación en el agua.