Las defensas de Bartolomé Cursach y de Bartolomé Sbert defendieron de forma conjunta un recurso idéntico para pedir el levantamiento del secreto o su libertad. | Alejandro Sepúlveda

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Segunda parte de la ofensiva de la defensa de Bartolomé Cursach para que se levante el secreto de sumario del caso. El abogado Enrique Molina -el letrado madrileño que asume la defensa junto a otros de la Isla- defendió este martes un recurso en el que señala que el empresario se encuentra en una situación de indefensión. El argumento es que, mientras la causa está secreta no puede aportar pruebas en su descargo o hacer un recurso fundamentado para pedir su libertad. En el caso de que no se le permita acceder a toda la causa, lo que plantea la defensa es que se le ponga en libertad. En la misma línea también ha registrado un escrito el número dos del grupo, Bartolomé Sbert. Ambos permanecen en prisión desde el tres de marzo y, mientras Cursach está en Valencia, Sbert sigue en Palma.

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La Fiscalía ha rechazado los argumentos de las dos defensas y ha insistido tanto en la existencia de un riesgo de fuga como en la de que manipulen pruebas claves para la investigación, por lo que defendió que se mantenga tanto el secreto como la prisión preventiva. La semana pasada, la defensa ya planteó el levantamiento de la medida de sigilo, si bien mediante un recurso contra otros dos autos del instructor.

Por su parte, el juez que instruye la causa, Manuel Penvalva, levantó este martes el secreto sobre la declaración de otro testigo protegido. En este caso se trata de un exempleado de Tito’s que identifica a varios agentes de la Policía Local como los participantes en las fiestas VIP de la discoteca y que señala que obtenían droga y sexo a cuenta de la casa. Además, apunta a que el director de Tito’s, Jaime Lladó, ha dado instrucciones a los empleados para que no colaboren con la instrucción.