El acusado en el banquillo de la Audiencia de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La pareja se conoció en agosto de 2015 en un bar. En enero de 2016, la relación ya zozobraba. «Me insultaba, tenía muchos celos porque yo iba con otros hombres», relató este martes en la Audiencia Provincial la mujer. Ella trabajaba como prostituta. «A él no le importaba hasta que en enero tuvimos una discusión por celos. Me decía que me iba a matar y que me iba a triturar en trozos pequeños para que nadie me encontrara», añadió la presunta víctima, que contó que fue violada, maltratada y encerrada en casa durante tres días.

El acusado negó todo en un primer momento. Luego la fiscal modificó sus conclusiones y el hombre aceptó dos años de cárcel por malos tratos a su expareja. La Fiscalía pedía 27 años y medio de cárcel para el acusado, de 37 años, por pegar, violar dos veces, encerrar y vejar a su expareja con quien convivía en un piso de de Palma.

El procesado explicó ante el tribunal que la relación se empezó a truncar por la adicción de ella a la cocaína. «Me decía que era un aburrido y un amargado por no consumir». Las discusiones entre la pareja eran constantes entre enero y marzo.