Imagen del interrogatorio practicado a la ‘madame’ en los juzgados de Palma.

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La ‘madame’ de la trama de corrupción policial de Palma y testigo clave de la Fiscalía Anticorrupción ha sido denunciada de nuevo. En esta ocasión, un matrimonio de Llucmajor le acusa de un presunto delito de apropiación indebida por haberse quedado, supuestamente, con el dinero que le entregaban mensualmente para pagar el alquiler de su vivienda.


El citado matrimonio, según consta en la querella interpuesta, con la finalidad de abaratar costes de alquiler, decidieron compartir piso con la testigo protegida número 31. Ambas partes pactaron que cada una abonaría 500 euros, encargándose la ‘madame’ de entregar las mensualidades a la propietaria en efectivo.


Según la querella, «en diciembre de 2014 aparecieron unas humedades en la habitación y eso fue motivo de discusión entre la propietaria y los arrendatarios. La querellada le comentó a mi representada que ella se encargaba de solucionar el incidente y a los pocos días le comentó que la propietaria no se quería hacer cargo de su reparación, por lo que a partir de ahora el dinero del alquiler ya no se lo iba a llevar a ella personalmente, sino que lo iba a hacer a través del juzgado», reza en la querella.


La sorpresa fue mayúscula cuando notificaron al matrimonio que había sido demandado por el impago de las rentas del alquiler que habían entregado puntualmente a la ‘madame’ para que efectuara el pago a la dueña. Una vez fuera de la casa, la víctima suscribió un reconocimiento de deuda (8.000 euros) y se comprometió a pagarlos. «Como consecuencia de los hechos narrados, la querellante y su marido cayeron en una profunda depresión, y asimismo, a consecuencia de ella, el marido fue despedido de su trabajo», apuntan la denuncia.
Ahora, el matrimonio aporta pruebas de todo ello e interpone una querella por un delito continuado de apropiación indebida contra la testigo clave del ‘caso Cursach’.

La citada ‘madame’, en el año 2006 ya fue acusada por una jueza de «adornar su declaración durante el juicio, ofrecer una vaga declaración, actuar por un móvil de resentimiento en su persistencia por incriminar al denunciado y de ofrecer un testimonio sin fiabilidad», todo ello, en el marco de un litigio legal contra un empresario mallorquín.