Nuevo enfrentamiento entre el juez Penalva y las defensas de la ‘operación Sancus’. | Ultima Hora

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El juez Manuel Penalva no está por la labor de investigar a la testigo número 31, conocida popularmente como la madame, en relación a la casa de citas donde, supuestamente, se celebraban bacanales de sexo.

Algunas de las defensas solicitaron al magistrado que se investigara exhaustivamente el caso porque, y según informaciones fidedignas, en las mismas fechas en las que la madame decía que el piso de la calle Lluís Martí era un prostíbulo, hasta dos inmobiliarias tenían en cartera dicho inmueble. Este hecho demostraría que la testigo protegida número 31 faltaba a la verdad.

Pero el juez Penalva, en una providencia, desestima la petición de prueba y alega que: «No ha lugar a practicar las diligencias solicitadas en el escrito de la causa de Lluís Martí, en los términos solicitados toda vez que no se indica la dirección exacta ni se aporta la fuente de conocimiento».

Fuentes jurídicas apuntan que la denegación de prueba podría incurrir en un delito de prevaricación y encubrimiento, ya que acreditaría que la testigo número 31 ha mentido.