Imagen de la grabación de la comparecencia del testigo protegido, que se produjo en agosto.

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El juez y la Policía Nacional niegan que se indicara a un testigo del ‘caso Cursach’ a qué policías tenía que señalar como corruptos. En un providencia, el titular del juzgado desestima una petición para investigar esos hechos: «Lo que sucedió ha sido explicado con suma claridad por la policía y nada tiene de ilegal ni de irregular», señala en una providencia.

Varias defensas se habían hecho eco del vídeo de la declaración de un testigo protegido en la que se veía cómo el fiscal del caso, Miguel Ángel Subirán, enviaba mensajes de texto y se oía a un policía hacer varias indicaciones al testigo. El magistrado, presente en la declaración, se apoya en un oficio del Grupo de Blanqueo de la policía sobre el episodio. El testigo prestaba declaración por videoconferencia desde dependencias policiales. Con él estaban policías que investigan el caso y un agente del grupo técnico de telecomunicaciones, que nada conoce del caso. Según explican tanto la providencia del juez como el oficio de la policía, el testigo protegido veía en un pequeño monitor el álbum fotográfico completo de los agentes de la policía y «señaló con claridad a diversos policías locales».

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Desde los juzgados, el fiscal pidió una serie de aclaraciones sobre las identificaciones y, según recoge el juez, se produjo cierta confusión entre el representante del ministerio público y el testigo. Ahí es dónde intervino el agente del grupo técnico, «simplemente le ratificaba al testigo que la persona que él había señalado con el dedo estaba a la izquierda o a la derecha de la pantalla». El oficio policial insiste en que el agente que intervino carece de conocimientos sobre la causa, «por lo que resulta absolutamente delirante y alejada de la realidad cualquier tipo de afirmación de que alguno de los agentes pudieran haber realizado cualquier tipo de indicación al declarante en sentido alguno».

Esa declaración ha sido aportada por los abogados que se han querellado contra el juez y el fiscal ante el TSJB y una ampliación de su denuncia la incluye como ejemplo de manipulación procesal que ambos desmienten.