La sentencia, que ha sido divulgada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, considera probado que los dos agentes acudieron a la casa de Javier Fernández en Guláns (Ponteareas) para atender un supuesto caso de violencia de género.
El artista, señala el magistrado, se mostró «cada vez más agresivo» y les amenazó de muerte hasta que, en un momento dado, cogió varios tenedores y un cuchillo de cocina y se abalanzó contra uno de los guardias civiles, al que empezó a agredir.
Ante esa situación, el acusado, «consciente de la situación de riesgo de su compañero» y al no tener, según recoge el juez en su sentencia, «otro medio» para evitar la agresión y el peligro que esta conducta representaba para su vida, realizó un disparo a la pierna del músico.
El agente solo tenía la «clara intención» de herirle, destaca el magistrado del juzgado pontevedrés, pero la bala seccionó la vena cava inferior a la altura del abdomen del artista, que acabó muriendo por una «mala realización» del disparo.
Añade, en este sentido, que el agente apuntó a las extremidades inferiores, pero se desvió, ya que el músico se estaba moviendo y agrediendo a otra persona, una circunstancia de difícil control para alguien que, según el juez, tenía «poca experiencia» en el empleo de un arma «en situación de tensión».
El juez da credibilidad a todos los testigos, salvo uno, que ratifican la versión defendida por el ministerio fiscal de que los agentes trataron de calmar al artista y que, al no conseguirlo y correr peligro la vida de su compañero, el acusado actuó de forma «justificada» y que, en ese momento, «no tenía otra alternativa».
A este respecto, la sentencia confirma que se investigará a un amigo del músico por falso testimonio ante el tribunal, al concluir que su declaración -en la que dijo que el músico se puso agresivo por la actitud de los agentes- es «insostenible».
Los abogados de la acusación particular, que representan a la viuda, los padres y el hijo de Javier Fernández, mantenían que el agente debía ser condenado a cuatro años de prisión y seis de inhabilitación por un delito de homicidio por imprudencia grave profesional.
Reclamaban también que el Ministerio del Interior abonase diversas indemnizaciones, entre ellas, 90.000 euros a la viuda y 112.500 al hijo del fallecido, al entender que hubo una conducta «imprudente» por parte del guardia civil.
9 comentarios
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Ha quedado absuelto, me alegro, ha quedado probado queb fue accidente..Hay que tener muy pocas luces para extrañarse que se juzgue a alguien por la muerte de una persona, sea guardia civil o sea otra persona.
Que verguenza de justicia...
Me alegro una barbaridad de que el GC haya sido absuelto, se ha hecho justicia
Tenedores y cuchillos...¿a esto se enfrentaba el agente? Ridiculo!
VIVA la Guardia Civil no tenian que haberlo juzgado
Mi enhorabuena para el guardia civil,solo cumple con el deber.
Es de traca agredidos y amenaza dos y por defender su integridad y le llevan a juicio, que vergüenza, mejor que les quiten las armas y el mísero sueldo que cobran, en España el que cumple pierde.
Celebro la sentencia absolutoria, y siento la muerte del músico, pero los accidentes ocurren y además hemos de tener en cuenta que en este caso lo provocó el fallecido con su actitud agresiva contra los agentes de la ley.
lo triste es que se le juzgara