Fachada del hostal donde trabajaba la acusada en Peguera. | Alejandro Sepúlveda

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La cámara de seguridad de un hostal de Peguera grabó a dos sospechosos. Una mujer con pasamontañas y manoletinas acompañada por un individuo que no ha sido identificado. La ladrona, que sufría cojera, inutilizó la cámara con un spray. Se dirigió a la primera planta por una escalera y abrió la puerta de un almacén de sábanas con una llave maestra. Allí cogió un sobre de los propietarios que contenía 30.000 euros.

La limpiadora del establecimiento fue juzgada este miércoles como presunta autora del robo que ocurrió la madrugada del 8 de marzo de 2016. La mujer, uruguaya de 44 años, negó en la primera sesión de juicio que se apoderara del dinero. Inculpó a unos obreros que hicieron una serie de reformas en el establecimiento.

Un guardia civil que investigó el caso dijo que no había nada revuelto en el hostal. Los delincuentes accedieron por un ventanal. No forzaron la puerta. «Manipularon la cerradura y la depositaron en el suelo con la intención de simular un robo», explicó el agente. «La sospechosa caminaba de forma irregular, con una leve cojera y se dirigió a la cámara de seguridad. Conocía el sitio», añadió. El agente relató que el denunciante aportó el vídeo de la ladrona y otro de la acusada trabajando. Las dos presentaban los mismos tics: cojeaban.

La mujer limpiaba en el hostal, en la casa de los propietarios y de su hija. Tenían plena confianza en ella. En un primer momento se negó a que registraran su domicilio. Los guardias civiles acudieron más tarde con autorización judicial. Intervinieron 1.265 euros a la acusada.

La fiscal pide dos años y medio de cárcel para la camarera de piso, que llevaba tres temporadas trabajando en el hostal. El abogado defensor reclamó su absolución.