Los agentes de la Policía Nacional, durante la intervención en el local. | @policia

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24 horas al día disponible para los clientes. Una mujer y sus dos sobrinos han sido detenidos por el Cuerpo Nacional de Policía acusados de obligar a prostituirse a una joven rumana de 18 años, a la que engañaron con una falsa oferta de trabajo para que viniera a la Isla.

La chica estaba retenida en los dos prostíbulos en los que era obligada a trabajar y sus captores le explicaron que si acudía a la policía nadie la creería, por lo que no tenía sentido intentarlo. Tras llegar a Palma, donde debía trabajar en una ocupación legal, la muchacha descubrió que había sido engañada: le intervinieron su teléfono móvil, para que no pudiera comunicarse con nadie, y se quedaron con su documentación, para que no se pudiera marchar.

Pese a todo, la rumana lo intentó. Y lo consiguió hace unos días, cuando aprovechó un descuido de los mafiosos que la custodiaban y se escapó corriendo. Salió a la calle, donde suplicó dinero para coger un autobús y una vez en el vehículo se dirigió al centro de Palma. En cuanto vio a una patrulla del CNP les contó, muy nerviosa, lo que estaba pasando y fue trasladada a la Jefatura de Policía, donde la UCRIF de la Brigada de Extranjería se hizo cargo de la investigación.

La víctima relató que la mujer y sus sobrinos, todos rumanos, la tenían siempre controlada y que uno de ellos le comentó: «A partir de ahora vas a trabajar para mi y me vas a hacer ganar dinero». La explotación sexual de la joven era especialmente cruel y tenía que estar todo el día lista para recibir clientes.