El lugar donde se produjeron los hechos. | Redacción Sucesos

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La fiesta Euforia de la pasada Nochevieja estuvo repleta de incidentes. Un joven denunció una paliza a la salida del local, situado a las afueras de Palma. La agresión ocurrió sobre las seis de la mañana.

El perjudicado acabó la fiesta de fin de año en compañía de unos amigos. En el momento de salir en coche, una chica les obstaculizaba el paso y los jóvenes le pitaron. El acompañante de la chica, según la versión del denunciante, dio un golpe al vehículo. El joven, junto con varios de sus amigos, salió del coche para ver si se había producido algún daño y pidió explicaciones. Sin motivo alguno y sin mediar palabra, el individuo empezó a golpear al denunciante, que perdió el equilibrio y cayó al suelo. El agresor, acompañado de más amigos, le rodearon y siguieron dándole puñetazos y patadas. Uno de los agresores lanzó una botella de cristal contra el denunciante y sus amigos.

El chico que recibió la paliza sufrió un latigazo cervical y tenía la boca sangrando a consecuencia de la agresión. La víctima solo pudo precisar que los autores de la paliza eran un grupo de chicos españoles, de entre 18 y 22 años de edad. El herido, según explicó su madre, se encontró a 13 personas más en Son Espases que habían sido víctima de agresiones en la misma fiesta.

Una joven denunció a través de su cuenta de Twitter que, cuando estaba esperando a que le recogiera su madre, recibió un botellazo en la frente. Precisó tres puntos de sutura. Otra víctima de la fiesta Euforia fue un joven agredido por un portero del local. El chico recibió un puñetazo en la mandíbula y se encuentra hospitalizado.