Operarios reparando la valla con algunas balizas en primer término. | Alejandro Sepúlveda

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Una venganza por motivos laborales podría ser el motivo que se esconde tras un sabotaje en las instalaciones de AENA. Han aparecido destrozadas 62 balizas de señalización del aeropuerto de Son Sant Joan que ponen en peligro las maniobras de aterrizaje, ya que estos indicativos permiten a los pilotos tener referencias para tomar tierra.

Todo apunta que el estropicio se produjo durante la noche o la madrugada del miércoles al jueves cuando los asaltantes irrumpieron en el recinto aeroportuario a través de un agujero en la rejilla en la zona de es Carnatge.

La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, valora que debido al gran número de balizas rotas hace suponer que fueron varias personas las que actuaron de noche. Además, aprecia que las características del ataque invitan a pensar en una venganza.

Las cámaras de seguridad de la zona son ahora objeto de estudio para tratar de dar con los responsables de un incidente que, además de los problemas ocasionados, ha provocado desperfectos que rondan los 2.000 euros.