La víctima, Biel Perelló, profesor de autoescuela en Inca.

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El accidente ocurrió en la carretera Inca-Llubí. El motorista Gabriel Perelló, conocido como Biel Pobles, perdió la vida la noche del 7 de marzo de 2013 al estrellarse contra un guardarraíl. La fiscal pide una condena de dos años de cárcel y la retirada del carné durante el mismo tiempo para un conductor acusado de homicidio imprudente. El hombre dijo este lunes en el juicio que el motorista, de 34 años, le adelantó a gran velocidad y se salió de la vía en una curva.

La representante del ministerio público sostiene que el conductor impactó primero con la víctima cuando salía de un camino adyacente y le hizo perder el control de la moto, una Triumph Daytona 675. En el juicio celebrado en una sala del juzgado de lo Penal 2 de Palma declararon varios guardias civiles de tráfico. Uno de los agentes indicó que el motorista iba a una velocidad inadecuada, se salió de la vía y chocó contra la barrera de seguridad. «No había restos en la vía de una posible colisión anterior», afirmó el guardia. Uno de los agentes indicó que el acusado les manifestó que la víctima le adelantó en la recta y se estrelló en la curva. «Podría ser que hubiera rozado el coche con la moto», admitió.

Otro guardia civil declaró que el fallecido no trazó bien la recta. «No había ningún indicio de que el vehículo del acusado hubiera sobrepasado al motorista. Si hubiese habido una leve colisión habría perdido el control de la moto antes de impactar con el guardarraíl», señaló. Un agente dijo que el conductor del Renalt 4L le explicó que iba a 100 km/h y la moto le adelantó a una velocidad superior. El acusado, según apuntó, hizo una maniobra para evitar arrollarlo en el adelantamiento. Dos peritos relataron que hubo un choque previo al impacto con la barrera. «El motorista era profesor de autoescuela. ¿Cómo iba a ir a una velocidad superior a la permitida?», preguntó uno de los técnicos. «En el neumático de la moto había restos de pintura roja del coche del acusado», dijo otro. «Una maniobra brusca es imposible. Estamos hablando de un coche con una tecnología de los 70», puntualizó un perito. «Se produjo un contacto mínimo que desestabilizó al motorista».