La Guardia Civil montó este viernes un gran operativo en el acceso a la finca de Porreres, que llevaba precintada desde el 24 de febrero, cuando ocurrieron los hechos. | Alejandro Sepúlveda

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Durante tres horas, el anciano de Porreres y el hermano del atracador al que mató participaron este viernes en la reconstrucción del crimen que ordenó la jueza de Manacor Ana Salmerón. Pau Rigo, el anciano de 77 años, reiteró que actuó en legítima defensa y Freddy Escobar, de 25, también mantuvo su versión inicial: que el dueño de la finca mató a su hermano cuando ya huían. Los atracadores pensaban que robarían 200.000 euros.

Desde que se produjo el atraco mortal, el pasado sábado 24 de febrero, la finca del camí de s'Olivar -a las afueras del pueblo- había quedado precintada por orden judicial. Ayer por la mañana, a las nueve, se inició un gran despliegue de guardias civiles en la entrada principal y los accesos de la propiedad, como anticipo de la reconstrucción de los hechos que se había previsto.

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El primero en participar en la reconstrucción fue Pau Rigo, que reiteró que disparó a Mauricio Escobar a quemarropa porque estaba a punto a golpearle de nuevo. «Le dije a mi mujer que se escondiera bajo una cama y yo protegí la puerta con la escopeta. Les dije ‘Si no os vais, os pego un tiro', pero se me echaron encima con las patas de cabra. Sólo me defendí».

Todo el trámite fue grabado en vídeo por la Benemérita, para que no quedaran dudas sobre las explicaciones de uno y de otro. Después le tocó el turno al colombiano, que no se cruzó en ningún momento con el anciano que apaleó. De hecho, Pau Rigo había pedido no coincidir con él porque está aterrorizado psicológicamente y no se encontraba en condiciones de ver de nuevo a Freddy. El gemelo de Mauricio se aferró también a su versión inicial y reiteró que el jubilado disparó a su hermano a muy poca distancia, cuando los dos salían de la casa con el botín y sin que ellos le atacaran. Esperaban encontrar 200.000 euros, pero sólo robaron 12.000, que según Freddy acabó arrojando por las calles, en un ataque de nervios.