Pau Rigo, llegando a su finca de Porreres para participar en la reconstrucción de los hechos. | Alejandro Sepúlveda

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El jubilado de Porreres ha rechazado coincidir con Freddy, el hermano del ladrón al que mató en el asalto de su casa, durante la reconstrucción de los hechos, que se ha realizado durante toda la mañana de este viernes.

Pau Rigo solicitó expresamente no reencontrarse con Freddy y, por lo tanto, cada uno ha realizado dicha reconstrucción por separado en el interior de la casa donde se produjo el ataque.

Los otros dos delincuentes encarcelados, que participaron en el asalto, también han sido trasladados a la finca, pero no han accedido al interior, ya que, durante los hechos, se quedaron en el exterior para vigilar.

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El mallorquín Marcos Rotger Vidal, de 58 años, era el chófer de la banda; los hermanos gemelos Mauricio y Freddy Escobar, de 25 años e inmigrantes colombianos, eran el brazo ejecutor, y el también isleño José Antonio Sánchez Lara, de 44, y alias ‘Pep Merda’, era el ideólogo del grupo.

Los dos hermanos esperaron en el exterior hasta que Pau abrió la puerta para comprobar si funcionaba la depuradora de la piscina. En ese momento, los dos gemelos se abalanzaron sobre él, lo llevaron dentro y redujeron a la mujer, a la que maltrataron.

Después dejaron al matrimonio en un cuarto y continúan registrando el domicilio. El asalto no duró más de doce minutos y cuando llegó a su fin se produjo la tragedia. Pau Rigo, aficionado a la caza, aprovechó un descuido de sus captores y cogió una de las tres escopetas que tiene en la vivienda y disparó contra Mauricio.

Tras el tiro, la reacción de Freddy fue brutal: se lanzó sobre el septuagenario y le golpeó hasta dejarlo casi inconsciente. El jubilado resultó herido grave y pasó algunas semanas en el hospital.

Es en este punto sobre el que defensas y acusaciones están entablando la batalla legal: Freddy sostiene que el jubilado dispara a bocajarro sobre Mauricio cuando ya estaban junto a la puerta, listos para huir. No hubo, según él, legítima defensa. El jubilado, por el contrario, contó que no llevaba gafas y que uno de los dos gemelos se le echó encima para atacarle, por lo que disparó para defenderse.