Los hechos arrancaron en Eivissa y finalizaron en Santa Ponça, en Calvià. | Ultima Hora

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Una falsa esteticista se sentará en el banquillo de los acusados por intrusismo profesional y por estropear la cara a una mujer entre 2007 y 2010.

La procesada afronta una petición fiscal de un año y tres meses de cárcel y una posible indemnización de 40.280 euros por erosiones a la víctima. El juicio por estos hechos se celebrará el 28 de junio en los juzgados de Vía Alemania, en Palma.

La primera cita tuvo lugar en Eivissa a finales de 2007. La acusada, eslovaca de 55 años, regentaba un centro de estética. La víctima acudió con la intención de hacerse un tratamiento de belleza en el rostro. El objetivo de la clienta era tensarse la piel de la cara mediante «la implantación de un material no reabsorbible que tracciona los tejidos débiles y blandos de la cara», según el ministerio público. El tratamiento siguió meses después mediante una serie de inyecciones en el rostro «de carácter orgánico permanente».

Segunda implantación

Este procedimiento se repitió a mediados de 2008 en el domicilio que la víctima tenía en Colonia, Alemania. En esa vivienda, la acusada le practicó una segunda implantación subdérmica ya que manifestó a la clienta que la anterior se estaba descomponiendo.

La pesadilla continuó. La afectada estableció su lugar de residencia en Santa Ponça (Calvià) a principios de 2009. El tratamiento con inyecciones y nuevas implantaciones de hilos aptos siguió hasta el verano de 2010. La víctima, a consecuencia de estas intervenciones, sufrió «fibrosis, decoloraciones, coloraciones, atrofias, retracciones, infecciones y abscesos en la cara». Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, necesitó tratamiento farmacológico y estuvo seis días hospitalizada. Las heridas que le produjo la falsa esteticista tardaron más de un año y medio en curarse. La mujer vivió un calvario y calificó los hechos de «pesadilla».

Sin titulación

La implantación de materiales a nivel subdérmico, según el informe del médico forense, es un tratamiento médico-quirúrgico. No consta que la acusada ostentara algún título oficial que la autorizara para la realización de estas intervenciones. El ministerio fiscal solicita para la acusada, además, que se le prohíba ejercer cualquier profesión relacionada con la estética durante un periodo igual o superior a tres años.