La Guardia Civil registró el cuartel en el año 2013. | Alejandro Sepúlveda

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Una de las acusaciones particulares personadas en el caso de corrupción en la Policía Local de Palma ha pedido al juez instructor que abra una pieza separada para poder llevar a juicio el supuesto amaño de exámenes. Ese fue precisamente el origen de la investigación, en el año 2013, junto con el caso de los Ángeles del Infierno. Se investigaba la filtración de algunas de las preguntas del examen para suboficial celebrado en 2011 a los aspirantes ‘afines’ a determinados mandos y al Partido Popular.

El abogado que representa a uno de los agentes que perdieron la plaza a raíz del supuesto amaño ha registrado un escrito en el que recuerda el retraso que lleva esa instrucción. Una vez que quedó incorporada a las mismas diligencias apenas ha habido pruebas sobre el amaño desde hace años. Sin embargo, nunca se ha dividido de la causa en una pieza separada ya que, al menos el anterior instructor entendía que era una de las muestras de la influencia de determinados políticos en la causa.

Por otro lado, este viernes declararon como testigos en el juzgado un agente de policía del Grupo de Blanqueo y la anterior inspectora de este grupo que, durante meses estuvo al mando de la investigación. Ambos declararon en la causa por denuncia falsa a dos mandos policiales por parte de ‘la madame’ del ‘caso Cursach’. La inspectora afirmó que envió una de las imágenes que se le mostraron a la testigo 31 para identificar en falso a uno de los mandos al propio juez instructor, en ese momento Manuel Penalva. Tenía esa imagen por una antigua relación personal con ese mando.