La arrestada cometía sus acciones en diversos lugares en los que trabajaba, domicilios particulares, residencias de ancianos y hospitales de Madrid y de la localidad de Alcalá de Henares, donde asistía a personas que necesitaban atención sanitaria extra.
Sus víctimas favoritas eran personas que superaban los 90 años, que tenían enfermedades graves o padecían alguna discapacidad superior al 75 por ciento, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid en una nota.
La Policía ha acreditado que venía actuando, al menos, desde el pasado mes de octubre y que es la presunta autora de once hechos delictivos.
La detenida, a la que se le atribuyen delitos de hurto, estafa y usurpación de identidad, tenía acceso a las tarjetas bancarias de sus pacientes que posteriormente utilizaba para realizar las compras.
La investigación comenzó a principios de este año cuando los agentes descubrieron diversos movimientos bancarios fraudulentos con tarjetas de personas que se encontraban internas en residencias o en centros sanitarios.
En algunos casos, familiares de los enfermos también denunciaron que habían sustraído joyas y dinero en efectivo del interior de sus domicilios.
La detenida localizaba a personas de edad avanzada o con alguna discapacidad en los centros médicos en los que trabajaba y, tras ganarse su confianza, comprobaba que estas personas se encontraban solas o no recibían visitas con frecuencia
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