«Mi hija Diana dijo 'no' y pagó con su vida la defensa de su integridad como mujer. Que su legado contribuya a evitar nuevas víctimas inocentes. Ese sería su deseo», reclama el padre de la joven de 18 años, cuyo cuerpo apareció en un pozo en una nave industrial en Rianxo (A Coruña) el pasado 31 de diciembre, tras la confesión del autor del crimen José Enrique Abuín, el Chicle.
En la misiva, el padre de Diana Quer pide que la muerte de su hija no quede en una página de sucesos, sino que contribuya «a dar un paso adelante para crear una sociedad más justa y segura».
Eso pasa, a su juicio, por mantener vigente la prisión permanente revisable que evite que «criminales extremadamente peligrosos» salgan en libertad hasta que no se haya acreditado por expertos que están plenamente rehabilitados.
Juan Carlos Quer lidera junto a otros padres de víctimas como Juan José Cortés, padre de Mari Luz, la niña que murió asesinada en Huelva en enero de 2008, una campaña en la plataforma 'Change.org' en contra de la derogación de esta medida, que por el momento acumula más de 2,7 millones de firmas.
En la carta, Quer recuerda que con la sentencia del caso de 'La Manada' muchas fuerzas políticas salieron al paso y reivindicaron una reforma urgente del Código Penal que endureciese las penas de los delitos de carácter sexual.
Una medida que «no servirá de nada», dice Quer, si los condenados «son posteriormente puestos en libertad antes de certificarse por expertos y criterios objetivos su plena reinserción».
Para Quer, «el carácter preventivo de la prisión permanente revisable es claro», y por ello interpela directamente al Gobierno socialista, que «afirma que protege y ampara a la mujer», para que actúe «en consecuencia y por coherencia» y cambie su postura sobre la derogación de la prisión permanente, actualmente paralizada en el Congreso.
«En este triste aniversario», prosigue la carta, Quer reconoce «el extraordinario trabajo de la Guardia Civil y demás cuerpos de seguridad del Estado» que posibilitó el hallazgo del cuerpo de la joven y traslada a las familias de otras personas desaparecidas su «apoyo incondicional para que nunca cese la búsqueda de sus seres queridos».
«No solo los delincuentes deben tener derechos en nuestro país. Detrás de cada desaparecido hay una persona, una vida, a la que nuestro Estado de Derecho debe también amparar y proteger», subraya.
2 comentarios
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Qué injusticia, pobre gente
La carcel no rehabilita, es un hecho mas que demostrable. No creo en la pena de muerte pero encierro incondicional y de por vida si lo veo. Ah! y sin privilegios, ni tele ni poder practicar deporte ni lectura, nada de nada. Estoy hablando siempre de casos donde se atente contra la integridad fisica y moral de las demas personas