Alberto Encinas, su madre y su hermana, han viajado a Polonia acompañados de dos guardias civiles de Palma.

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Un teniente y un cabo primero de la Guardia Civil de Palma han viajado a Polonia para investigar el secuestro de la niña mallorquina Olivia Encinas, que su madre se llevó en 2011 a pesar de que la patria potestad era del padre. Los agentes, junto a la familia mallorquina de la menor, acudieron al colegio de la pequeña, pero un «chivatazo» evitó que pudieran reunirse con ella.

Alberto Encinas, el progenitor de Pollença, lleva gastados más de 60.000 euros en los cuarenta viajes que ya ha realizado a Polonia para intentar ver a Olivia.

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El mallorquín lleva seis años intentando recuperar a su hija y a pesar de que la madre está prófuga y en busca y captura internacional, las autoridades polacas no solo no la persiguen, sino que le dan cobertura para seguir huida. «Es por culpa de un nacionalismo mal entendido», apunta Alberto. Días atrás, el padre, su hermana y su madre, así como dos mandos de la Guardia Civil, viajaron desde Palma a Polonia. Habían recibido una información según la cual la menor, que no está escolarizada porque la mantienen oculta, debía presentarse en un colegio para realizar un examen. La familia mallorquina viajó a Berlín y desde allí cogió un tren hasta Varsovia. El siguiente destino fue Lubliniec, una ciudad a cuatro horas de la capital. «Tuvimos que cambiar de móvil y de tarjeta Sim, porque nos dijeron que no eran seguros. La familia de mi exmujer recibe chivatazos y hemos de ir con mucho cuidado», relató ayer a Ultima Hora. Sin embargo, un día antes de la cita en el colegio la abuela materna acudió al centro y explicó que la menor no podría presentarse al examen. La Benemérita y los Encinas, con todo, se plantaron en la escuela a la ocho de la mañana, por si había cambio de planes, y a las 9.30 horas se marcharon porque comprendieron que «nos habían vuelto a dar esquinazo».

Después, la abuela mallorquina de Olivia consiguió verse con la abuela polaca, acompañada de un traductor. La Guardia Civil esperó a una distancia prudencial. Durante el encuentro, la madre de Katarzyna Hlond reconoció que tenían escondida a Olivia «en una cueva», pero los investigadores creen que con la expresión quería decir que estaba en un lugar seguro. Tras el nuevo viaje fallido, la familia de Pollença y los dos guardias civiles regresaron a Palma. Por otra parte, ayer Alberto Encinas y su abogada Maite Rojas viajaron a Madrid para denunciar al Gobierno por inacción.