Vista de un monitor de la sala de prensa de la Audiencia de Lleida, durante el juicio que ha comenzado por un delito de estafa a Fernando Blanco (i) y Margarida Garau (d). | Adrià Ropero

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Fernando Blanco, acusado junto a su mujer, Margarida Garau, de quedarse 1,1 millón de euros en donativos para tratar a su hija Nadia de una enfermedad rara, ha asegurado este martes en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Lleida que la niña corre aún un «riesgo inminente de muerte».

Blanco ha afirmado igualmente que antes de crear la fundación con la que supuestamente cometieron el fraude, él mismo había sufragado diversos tratamientos y operaciones, a los que Nadia habría sido sometida en hospitales tanto nacionales como internacionales, para tratar de mejorar su calidad de vida y, en la medida de lo posible, alargársela.

No obstante, Blanco ha insistido en que Nadia corre todavía un «riesgo inminente de muerte» pese a todos los tratamientos a los que supuestamente ha sido sometida.

Ahorros

Blanco ha explicado en este sentido que antes de fundar la asociación pudieron ir pagando los gastos de los tratamientos de Nadia, que ha asegurado que llegaron a ascender a 660.000 euros, porque él «tenía dinero ahorrado».

En cuanto a cómo había logrado estos ahorros, ha afirmado que se dedicaba profesionalmente a una tienda de vinos que regentaba en Fígols i Alinyà (Lleida) y que, además, impartía conferencias de motivación por las que llegaba ha cobrar «hasta 8.000 euros».

Finalmente, decidieron crear la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y Enfermedades Raras de Baleares para que Nadia pudiera ser tratada y operada por «otros médicos», ya que en su opinión en la sanidad pública desconocían cómo abordar la enfermedad rara de la niña.

A partir de entonces, Blanco ha reconocido haber llevado a cabo campañas de recaudación de fondos y entrevistas en medios de comunicación para dar a conocer el caso de su hija.

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El padre de Nadia ha dicho no recordar el importe total que se llegó a recaudar con la asociación, pese a que el fiscal lo ha cuantificado en más de un millón de euros.

Se ha referido después a uno de los supuestos tratamientos que recibió Nadia en París y ha explicado que a través de una punción en la nuca de «los especialistas le extraían genes, los mutaban y los volvían a introducir al cabo de un mes».

Gracias a esta práctica, ha remarcado, se pudo alargar la esperanza de vida de la menor cinco años.

También ha asegurado que se instalaron en una amplia vivienda en Fígols i Alinyà (Lleida) porque buscaban un sitio donde su hija «fuera feliz» y pudiera tener una vida «digna».
Por otra parte, Blanco ha afirmado ante las preguntas del ministerio fiscal que en 2012 se llevó a cabo una campaña para recaudar 50.000 euros y poder operar a Nadia en Houston (EEUU).

El fiscal ha preguntado a Blanco si en enero de 2013, cuando se tendría que haber llevado a cabo la intervención de la menor, él y su esposa disfrutaban de unos días de vacaciones en un hotel de Mallorca.

Blanco, ante dicha pregunta, se ha limitado a decir que no sabía responder al respecto, aunque sí que ha asegurado haber estado en Houston sin concretar fecha.

De igual forma, Blanco no ha sabido responder al ministerio fiscal si con los 50.000 euros recaudados para la operación de Houston el matrimonio se compró un coche valorado en unos 20.000 euros.

La defensa de Blanco había pedido que éste pudiera alojarse en un hotel bajo custodia policial durante los días de celebración del juicio, pero el juez y presidente de la Audiencia de Lleida, Joan Segura, ha denegado esta solicitud al inicio de la sesión.

De igual forma, la defensa del matrimonio ha pedido al comenzar el juicio la suspensión de las diligencias previas, solicitud que ha sido rechazada por el juez.