Según informa 'La Voz de Galicia' la condenada intentó suicidarse con un cordón de sudadera durante la ducha.
Ciertos cambios en su comportamiento fueron un signo que avisó a los funcionarios y pudieron intervenir a tiempo para evitar que la presa se quitara la vida. Además, Porto se arrepintió en el último momento y gritó pidiendo auxilio a su compañera de celda.
Desde aquel momento está sometida a vigilancia cada dos horas, un refuerzo del protocolo de prevención de suicidios.
Aunque no está acreditado que quisiera acabar con su vida decididamente, las fuentes consultadas han añadido que a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y ahora tiene con ella a otra interna de confianza.
No es la primera vez que la condenada trata de autolesionarse y el 24 de febrero de 2017 fue ingresada en el hospital tras ingerir un medicamento que toma habitualmente por prescripción médica.
Rosario Porto, abogada, cumple la pena impuesta en la cárcel de A Lama, en Pontevedra, mientras que su marido, Alfonso Basterra, está interno en el penal de Teixeiro, en A Coruña, por la muerte violenta de su hija adoptiva, cuyo cadáver fue hallado el 22 de septiembre de 2013 en una cuneta del municipio coruñés de Teo, próximo a Santiago de Compostela.
4 comentarios
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Si no queria a su hija que la hubiera entregado a los servicios sociales que seguro alguien si la queria, pero con que hicieron que se pudran donde estan.
La señora Rosario Porto no se entera de que alguien no puede colgarse así como así de algo tan frágil como el cordel de una sudadera y conseguir ahorcarse con éxito. A esta señora le gusta mucho dar el cante y llamar la atención. "Se arrepintió en el último momento...." aiss, qué casualidad.
No sé por qué lo impiden, un preso (en este caso un par de ellos) no es barato de mantener. Otra como Bretón.
Con su hija no tuvo tanto reparo. Que se pudra donde está.