Fotografía facilitada por la Guardia Civil, que muestra el cambio que ha sufrido el cerro de Totalán. | Efe

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El Cerro de la Corona de Totalán, donde se encuentra el pozo en el que el pasado 13 de enero cayó el pequeño Julen, era hasta hace un semana un típico paraje de la Axarquía malagueña que, tras nueve días de labores de rescate del niño, ha sufrido una transformación radical.

El tradicional paisaje de almendros en flor y olivos ha dado paso a una imagen que puede asemejarse a la de una explotación minera, y el cerro ha desaparecido tal y como era conocido por los vecinos de este municipio.

El responsable del operativo de rescate, Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, ha explicado que, desde que se abandonó la técnica de la succión de material del tapón bajo el que se cree que está Julen y se optó por las excavaciones, «esto ha pasado a ser una obra de ingeniería civil humanitaria».

Una obra de ingeniería sin precedentes que se ejecuta además a ciegas y sin estudios previos, por la urgencia requerida, y que ha movilizado a más de trescientas personas que trabajan en turnos para sacar al niño de las entrañas del cerro lo antes posible.

En las imágenes aéreas distribuidas por la Guardia Civil puede apreciarse cómo el desmonte efectuado para llegar a la cota -23, en la que se ha instalado la plataforma de trabajo para perforar un túnel vertical paralelo al pozo del niño, ha devorado la colina.

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Los vídeos muestran a una docena de máquinas, entre retroexcavadoras y buldóceres, que en apenas unos días han excavado un enorme cráter y han movido unos volúmenes titánicos de tierra, en torno a los 35.000 metros cúbicos.

Deciden ensanchar el túnel vertical al no pasar el tubo la cota de 40 metros

En su visita a Totalán, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, afirmó que en 36 horas se habían hecho movimientos de tierra que en condiciones normales llevarían dos meses.

El resultado es que el verde de la vegetación y los árboles ha dado paso al marrón de tierra en el Cerro de la Corona, donde también se ha construido y afianzado un carril de 22 metros para permitir el acceso de la maquinaria pesada.

La vista aérea ofrece un paisaje casi lunar de la plataforma de trabajo creada, sobre la que se distribuyen las grandes máquinas, el material, principalmente tubos, y los operarios que continúan luchando sin descanso para rescatar a Julen del pozo.

Los cambios en este punto de Totalán no han sido solo estéticos, sino que también, en los últimos días, la calma y el silencio imperantes en la zona se han visto alterados por el percutir continuo de la maquinaria contra la colina en una batalla que aún prosigue.