Una cámara registró la secuencia en la que uno de los pirómanos prende fuego a los contenedores con un trapo ardiendo.

TW
22

La Policía Nacional localizó varios botes de disolvente en el registro domiciliario practicado en casa de uno de los presuntos pirómanos de Palma. Fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora han confirmado que el hallazgo se produjo en la vivienda familiar de uno de ellos. En el caso del segundo arrestado y cuya participación parece algo menor el registro resultó infructuoso.

Una de las entradas y registro se practicó en una vivienda ubicada en la calle Eusebio Estada de Palma donde uno de los implicados en el caso residía en la citada vivienda con sus padres.

Este periódico ha tenido acceso a las imágenes de una cámara de seguridad que grabó a los presuntos autores del incendio que calcinó cuatro contenedores y tres vehículos la madrugada del sábado al domingo en la calle Poeta Guillem Colom de Palma. En una de las imágenes, los investigadores cazaron a uno de los incendiarios prendiendo fuego a los depósitos con la ayuda de un trapo ardiendo.

Los responsables del caso tienen previsto agotar el plazo máximo de detención policial antes de presentarlo ante el juez. Los dos sospechosos se negaron a declarar en la Jefatura y se espera que lo hagan ante la autoridad judicial en presencia de sus letrados.

Noticias relacionadas

Los dos detenidos, españoles de 49 y 51 años, han pasado a disposición judicial a primera hora de este jueves en el juzgado de guardia.

A medida que avanza la investigación aumentan las sospechas y los indicios de que los arrestados podrían estar detrás de una importante cantidad de incendios de contenedores declarados en el barrio de s'Escorxador. Todo apunta que detrás de la quema de los más de 350 contenedores de la capital balear hay más de un pirómano y algunos imitadores.

En esta ocasión, los dos detenidos son vecinos de la zona, es decir, que tienen sus residencias familiares ubicadas en las proximidades de s'Escorxador. Desde un primer momento, los investigadores fueron conscientes de la preparación de los incendios por parte de los pirómanos. En la mayoría de casos, los incendiarios no llevaban encima su móvil. Ese hecho imposibilita a los agentes el poder triangular la posición de los sospechosos. Otro punto destacado es la utilización de diferentes vehículos para trasladarse de un sitio a otro.

Desde enero de 2018 han sido cerca de 350 los recipientes de basura que han ardido en Palma. No hay prácticamente zona que se haya escapado de la acción de los pirómanos. Cada contenedor tiene un coste cercano a los 1.000 euros.