La Guardia Civil realizó seguimientos a la presunta banda de narcotraficantes de Magaluf y los grabó desde la azotea de un hotel entre mayo y julio de 2017. | Alejandro Sepúlveda

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La Guardia Civil realizó seguimientos a la presunta banda de narcotraficantes de Magaluf y los grabó desde la azotea de un hotel entre mayo y julio de 2017. El sargento de la Policía Judicial de Calvià, instructor de las diligencias, ha explicado en la mañana de este viernes en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma que la organización criminal estaba dividida en tres grupos.

Uno se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes, otro captaba clientes y el último se encargaba de vigilar las transacciones. Eran los aguadores, los que advertían de la presencia policial.

«Hay varios cabecillas», ha señalado el sargento.

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El fiscal ha mostrado una serie de vídeos al guardia civil secretario de las diligencias. En las imágenes aparecen las transacciones de droga y el agente ha identificado a varios acusados que se han puesto de pie en la sala. Un testigo protegido, que ha declarado a través de videoconferencia por seguridad, ha relatado que dos sospechosos que vendían droga la escondían en un tejado y en la entrada de unos apartamentos de la zona. «En un kebab había mucho trasiego de personas», ha añadido.

La 'operación White Corner' terminó con esta red que estaba formada por porteros de seguridad de bares de copas de Punta Ballena, camareros, relaciones públicas, vendedores ambulantes y cocineros de un kebab.

Las detenciones no se produjeron todas el mismo día. Los 17 acusados, la mayoría paquistaníes y senegaleses, se enfrentan a sendas penas de seis años de cárcel y multas de 27.000 euros.