El dato que es más inquieta a los investigadores es que la estudiante, de 22 años, llevaba un mes quejándose de que se sentía «observada y perseguida», aunque sus amistades en un primer momento no le hicieron mucho caso porque era asustadiza y pensaron que estaba «un poco paranoica». Por eso motivo, los agentes están rastreando sus comunicaciones en Facebook, Instagram y otras redes sociales por si surgiera algún dato de interés.
Algunos escritos de Natalia Sánchez Uribe en internet han causado extrañeza: «Cuando tu salud mental es mala, date un respiro» o «Deja que te echen de menos para que noten tu presencia». La joven no estaba a gusto en París, donde no había hecho demasiadas amistades y se encontraba bastante sola. Su contrato de alquiler en un piso de la Rue Paul Fort le expiraba y el primero de mayo se mudó a casa de una amiga. Trasladó dos maletas, pero se fue a por la tercera y ya no se la volvió a ver. Tampoco llegó a su apartamento. Su mochila con el móvil y un ordenador apareció en un parque cerca de su universidad. Los aparatos están siendo analizados por la Gendarmería.
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Natalia Sánchez Uribe estudió en el colegio Jaume I de Palmanova y después pasó al instituto de Bendinat. La Gendarmería ha pedido a la familia una prueba de ADN y ha solicitado que sus conocidos dejen de pedir ayuda en las redes para no entorpecer la investigación.
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