Marcel y Monja son la pareja de criadores de tortugas acusada de tráfico ilegal de animales.

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Monja y Marcel, la pareja acusada de liderar una organización de tráfico ilegal de tortugas en el marco de la ‘operación Coahuila', rompen su silencio y defienden su inocencia.

«Hace 10 meses que no podemos salir de la Isla y nuestras cuentas bancarias están bloqueadas. Hemos hablado con nuestro abogado y queremos contar toda la verdad», apunta la pareja acusada de ser, presuntamente, autora de delitos relativos a flora y la fauna silvestre, contrabando de especies protegidas y blanqueo de capitales.

«La entrada y registro de la finca fue desproporcionada. Se llevaron animales ‘protegidos' y también otros que no necesitan autorización alguna para tenerlos. Pero por la incompetencia de los agentes y los técnicos la Fundación Natura Parc, se llevaron dichas especies sin ninguna necesidad. Es más, en el registro identificaban a los ejemplares de las tortugas con Google», explican Monja y Marcel.

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Utilizando su derecho a réplica, la pareja cataloga de «muy grave» esta situación. «En septiembre, la Guardia Civil admitió que se habían llevado animales por error. Nos devolvieron 15 ejemplares, pudiendo demostrar con una lista de identificación en el juzgado que se habían llevado 49 tortugas y las crías nacidas que estaban en incubadoras». Añaden que «cuando formulamos la reclamación el Seprona nos contestó que esto era cosa de Natura Parc. Cuando nuestro abogado se puso en contacto con la fundación responsable del cuidado de los animales, la respuesta fue mucho más preocupante: ‘el resto están muertas'».

Natura Parc

Un portavoz de la Fundación Natura Parc explicó este martes a este periódico que ellos son «única y exclusivamente los depositarios de los animales. Si tienen algún problema, deben solucionarlo con la Justicia o con la Guardia Civil. Nosotros tratamos a todos los animales por igual». También reconocieron que algunos animales habían fallecido.