El primero de los hechos, según relata el ministerio público en su escrito de acusación, se remontan al 6 de diciembre de 2016. El acusado, en compañía de otro hombre, que se encuentra en paradero desconocido, atracó una pizzería de Son Verí, en Llucmajor. Dos meses después eligieron una academia de idiomas del mismo núcleo. También cometió sus fechorías en una farmacia de Palma y en otra de Andratx, además de en varios restaurantes en distintos puntos de la geografía de la Isla.
El chico, de 29 años de edad, ha admitido ante la juez los delitos y aceptó la condena de dos años de prisión. La pena quedó fijada tras un acuerdo de conformidad de su abogado David Barón con la Fiscalía, ya que en un principio solicitaban para él cuatro años de cárcel. La condena quedó suspendida por un plazo de cuatro años condicionada a que no vuelva a delinquir, que realice un programa de deshabituación a las drogas y al pago de la responsabilidad civil, de la que ya abonó parte antes de la celebración de la vista.
4 comentarios
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Acaso la prisión está llena?? Solo así entendería estas condenas ridículas...
Que injusto, es que no se donde esta la justicia?!
No hi entrarà a presó, si és pagapensions encara menys, mitja volta al jutjat i cap a cases, una pagueta i a continuar la feina
Menor condena que aquel que robó un bocadillo armado con una chapa de Coca-Cola.