Los cuatro detenidos pasaron a disposición judicial en Palma ayer por la mañana, entre una gran expectación mediática. | Pere Bota

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Los cuatro turistas turco-alemanes detenidos por la violación múltiple de una compatriota en un hotel de Cala Rajada pasaron este sábado por la mañana a disposición judicial en Palma, pero no fue hasta la tarde cuando comenzaron a declarar ante la jueza María Pérez. Tras el interrogatorio, que se celebró a lo largo de la tarde de este sábado, dos de ellos fueron enviados a prisión y otros dos quedaron el libertad con cargos.

Tal y como adelantó Ultima Hora, el caso dio un giro el viernes cuando se arrestó a un quinto implicado de la ‘manada', que es hermano de uno de los detenidos. Otro joven quedó en libertad porque tenía una coartada que se pudo confirmar: a esa hora de la madrugada del miércoles al jueves, estaba con una chica. Durante estos días se ha planteado la posibilidad de que la ‘manada' prestara declaración en los juzgados de Manacor, ya que los hechos ocurrieron en Cala Rajada.

En Palma

Sin embargo, la detención del grupo se produjo en el aeropuerto de Palma, por lo que se planteaba la posibilidad de que pasaran a disposición judicial en la capital. Finalmente, se optó por esta opción y después el sumario será remitido a un juzgado de Manacor. Sin embargo, hasta bien avanzada la tarde los extranjeros no empezaron a declarar.

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Los dos supuestos autores materiales de la violación sostienen que todo fue consentido y los otros dos niegan que les dieran cobertura o los encubrieran. No obstante, la declaración de la víctima es muy sólida y, sobre todo, las lesiones que presentaba en el cuello, brazos y zona genital evidencian que sufrió un ataque sexual. La chica, de 18 años y también alemana, fue reconocida por el médico forense.

La víctima se ha reafirmado en su denuncia inicial y ha explicado que conoció a sus compatriotas en una zona de copas. Luego les acompañó a su hotel, pero se negó a mantener relaciones íntimas con ellos. Dos la metieron a la fuerza en la habitación y mientras uno la sujetaba otro consumó la violación.

Al menos diez testigos han declarado en el cuartel de Artà y han explicado que coincidieron con la víctima y los agresores en distintos momentos de la madrugada.

La Guardia Civil se ha volcado en la resolución del caso y ha destinado a numerosos agentes a investigar todas las circunstancias en las que se produjo la violación de Cala Rajada.