Milagros Alanís Moyano tenía 19 años y era socorrista. | Redacción Sucesos

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Milagros Alanís Moyano, de 19 años, llegó a Mallorca desde Argentina hace tres meses, con su hermana melliza. Su abuela y algunos familiares ya residían aquí. El domingo acudió con unos amigos a un concierto en Son Fusteret, en Palma, y consumió una pastilla de éxtasis. Sufrió un shock y fue hospitalizada en Son Espases. El martes la evacuaron a Barcelona, en un intento desesperado por salvarle la vida, pero al día siguiente falleció.

«Esperamos que la persona que le vendió la pastilla a mi hermana pague por esto»

«Fue una locura de juventud lo que hizo, no es que consumiera habitualmente. Ella no tenía antecedentes por drogas. Lo que pasa es que empezó a hacer malas amistades que la llevaron por el mal camino», explicó este sábado a Ultima Hora Lautaro, su hermano, que añadió que Milagros Alanís era muy deportista: «Le encantaba el hockey y practicaba natación». La joven se había adaptado perfectamente a la vida mallorquina y trabajaba como socorrista en una piscina de s'Arenal.

«Quisiera saber quién le vendió veneno a mi bebé para pegarle un tiro en la cabeza»

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El domingo por la tarde, a las 19.00 horas aproximadamente, se desplazó con su grupo a Son Fusteret para asistir al Origen Festival. «Creemos que el éxtasis lo compró fuera. Era una pastilla con una calavera», añade Lautaro.

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Una hora después, en pleno concierto, la chica se puso muy mal y llamaron a los servicios sanitarios. Una ambulancia la evacuó hasta Son Espases, pero empeoró peligrosamente. Pasó dos días en el hospital palmesano y el martes por la tarde un avión ambulancia la evacuó al Clínic de Barcelona, en un último intento por salvarle la vida. «Murió el día siguiente, miércoles, a las 8.17 horas. El examen preliminar de la autopsia dice que sufrió una hipertermia y llegó a los 43 grados de fiebre. Hay presencia de éxtasis en su cuerpo, lo que le provocó gravísimos problemas hepáticos», relata su hermano.

Ayer llegaron a Mallorca las cenizas de la joven y su familia, devastada, pide justicia: «Queremos que se sepa todo lo que ha ocurrido. Alguien le vendió una droga adulterada, que tenía al parecer matarratas. Es terrible», contó Guillem, un allegado. Los padres de la chica ya se encuentran en Mallorca, donde esparcirán las cenizas de Alanís.